Lo lamento Vigorro, por tí y por todos quienes la quieren y la echarán de menos el día que falte.
Espero que para ella el tránsito a otra vida sea lo menos doloroso posible.
Por suerte para mí yo si creo en otra/s vida/s.
Otra cosa, esta vida no es justa ni injusta... es como es, mucho de valle de lágrimas y algunos momentos de felicidad.
Hay que vivirla con sencillez, respeto, sentido común y alegría en lo que se pueda.
Saber que nada nos pertenece porque nada nunca fue nuestro ni nada nos llevaremos ayuda mucho a no ser tan materialistas y fijarnos objetivos más ajustados a nuestro ser.
También, saber que más allás de nuestra apariencia física estamos nosotros, nuestra realidad, esa energía viajera que es universal y que fluye sin fin por el universo puede ayudar a superar estas nuestras limitaciones actuales.
Hay que creer para ver.
Acá en este pequeño planeta, saber apurar esos pequeños gratos momentos que nos depara nuestro entorno natual y nuestros seres queridos son una gran virtud, saber superar tb los momentos más amargos, compartirlos y entender que tienen su sentido y significado... ayudan mucho a comprender nuestra propia esencia.
En pocas palabras, saber y creer que estamos de paso y que esta vida es breve pero no única, estpy convencido que ayuda mucho y me ayuda a comprender las miserias y grandezas de cada día
Nada tendría sentido si no sabemos ver más allá de lo que vemos, de las nubes, de nuestro entorno cercano, de este cuerpo limitado, lleno de imperfecciones y condenado/programado milimétricamente a pudrirse un día determinado, desde el mismo día que nos parieron.
Ánimo Vigorro, que la vida es corta, pero nos da una lección tras otra, que no llegamos a entender pero lo paradójico es que cuando llegamos a medio entenderla, cuando llegamos a aceptar muchas cosas que no aceptábamos... se nos ha esfumado entre los dedos como la más fina arena.