Eastwood muestra en su última película una sorprendente versión de la batalla de Iwo Jima
2006/12/16. Área Web , Madrid
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En el mundo del cine americano, por primera vez, los soldados japoneses de la Segunda Guerra Mundial son tratados como algo más que simples "Japos" a eliminar. El duro legendario de Hollywood, Clint Easttwood, ha dirigido una nueva y sorprendente versión de la batalla de Iwo Jima. En ella ofrece dos visiones de lo ocurrido: una según los estadounidenses y otra, según los nipones.
La batalla de Iwo Jima fue la más cruenta de la Segunda Guerra Mundial en el Pacífico. En ella perecieron veinte mil japoneses y siete mil estadounidenses. Pero más que cifras, lo que se recuerda de aquel combate es la imagen que muestra a unos soldados plantando la bandera de barras y estrellas en el monte Suribachi.
Clint Eastwood tomó como referencia un best-seller que narra la vida de aquellos hombres, para contar esa historia de una forma poco corriente en el cine. A través de dos películas. La primera, titulada "La Bandera de nuestros padres", nos muestra cómo esos tres hombres fueron paseados por todo su país como héroes y una vez exprimidos por el aparato propagandístico, cayeron en el más profundo olvido. La segunda, "Cartas desde Iwo Yima", nos muestra el punto de vista de los militares nipones. Rodada íntegramente con actores japoneses intenta enseñar la cara más humana del enemigo, algo que ha chocado en Estados Unidos.
"Ya sabemos de lo que fue capaz la propaganda de un régimen militar expansionista como el que había en Japón aquellos años pero no conocíamos al ciudadano de a pie. Esas personas que fueron arrancadas de sus hogares y de sus familias y con muchas posibilidades de no regresar jamás" explica Clint Eastwood.
La crítica coincide en la genialidad de Eastwood a la hora de retratar la brutalidad y la sinrazón de la guerra. Un reconocimiento que sin embargo por el momento no se está reflejando en las taquillas estadounidenses.