Los buñuelos y las rondas de jóvenes protagonizarán hoy la ´nit de les verges´
Las tradición manda consumir en esa fiesta los típicos pasteles de patata con miel
GUILLERMO SOLER. PALMA
Aunque esta noche, víspera de la celebración de ses Verges, la luna estará a punto de entrar en su cuarto menguante, el que la temperatura se mantenga alta animará, especialmente a los jóvenes, a recorrer las calles de la ciudad en ronda nocturna y algunos con música. Ronda nocturna para cantar a novias o amigas. Noche en la que tampoco está ausente la gastronomía más tradicional a base de buñuelos, miel, arrope y el vino dulce mallorquín. Fiesta que sigue una tradición recuperada en los últimos años en la cual la muchachada canta a pie de calle, especialmente a las solteras.
Esta tradición se celebra siempre en la víspera la festividad de Santa Úrsula que, según la tradición, era una joven bretona que fue al martirio acompañada de once mil doncellas a manos de los bárbaros antes que su virginidad fuera mancillada.
En algunos barrios de Palma se montan puestos de elaboración y venta de buñuelos de patata por estas fechas. Uno de los más conocidos es el que se sitúa en la calle de Sant Miquel. Cerca del cine Rívoli también se ha instalado, provisionalmente, un puesto de buñuelos fritos. También se pueden encontrar esta clase de buñuelos, especialmente de viento, en diversas churrerías de la ciudad, si bien suelen estar hechos con harina de trigo. En general, estos buñuelos tienen precios que van de los seis a nueve euros.
Como compensación al esfuerzo de los jóvenes que van de ronda en la víspera de Santa Úrsula, no suelen faltar las invitaciones por partes de las familias de las chichas homenajeadas. Ante la importante presencia universitaria femenina que tiene la isla, concentrada especialmente en Palma, en donde residen estudiantes del resto de las Balears y de otra procedencia, se celebran fiestas en apartamentos o se canta bajo las ventanas de las residencias. La tradición es que se les ofrezca a los chicos buñuelos, refrescos, vino, cava y mistelas, por lo general.
Con la recuperación de la malvasía, en algunos hogares se sigue la antigua costumbre de los hogares isleños de ofrecerlo