Un año más tiene lugar la lluvia de estrellas fugaces Perseidas. La actividad de dicha lluvia comprende los días entre el 17 de julio y el 24 de agosto, pero el momento de su máximo tendrá lugar la noche del 11 al 12 de agosto. La Luna se encontrará cercana a la fase de cuarto creciente, por lo cual se ocultará tras el horizonte oeste poco antes de la medianoche, favoreciendo la observación de esta lluvia de meteoros. Será durante el día 12 cuando se produzca el máximo, hacia las 18:29 T.U., aunque en ese momento aún será de día en Europa y América. No obstante, durante las horas anteriores y en la noche siguiente (noche del día 12 al 13 de agosto) se podrán observar meteoros igualmente, si bien es recomendable llevar a cabo las observaciones antes del máximo, pues la tasa horaria de meteoros suele ser mayor.
Las Perseidas son meteoros rápidos que suelen ser relativamente brillantes en promedio, observándose ocasionalmente algunos bólidos (meteoros de brillo más alto). Se estima que su tasa horaria en la noche anterior al máximo se hallará en torno a 40 meteoros/hora en zonas de cielo muy oscuros y limpios.
Estas estrellas fugaces -conocidas ya desde el año 36 d.C- parecen radiar desde la constelación de Perseo, visible en verano a partir de medianoche (22:00 T.U). Por esta razón, independientemente de la hora a la que tenga lugar el máximo, conviene centrar la observación entre esas horas y el amanecer, debido a que se suman otros meteoros esporádicos ajenos a las Perseidas.
Las estrellas fugaces no son más que partículas de polvo generalmente del tamaño de una micra que se incendian por fricción al entrar a gran velocidad en la atmósfera terrestre. Dichas partículas se hallan distribuidas en una órbita determinada en torno al Sol, asociada a un cometa. Precisamente los días en los que la Tierra intercepta esta órbita de "escombros cometarios" es cuando tiene lugar la lluvia. En el caso de las Perseidas, el cometa asociado se llama Swift-Tuttle, un cuerpo de pocos kilómetros de diámetro que tarda 135 años en dar una vuelta en torno al Sol. La última aparición de este cometa tuvo lugar en 1992, año en el que se contaron más de 300 meteoros por hora; desde entonces, la actividad de esta lluvia ha ido disminuyendo gradualmente, observándose actualmente un número generalmente inferior a los 100 meteoros/hora.
Tanto para la observación de Perseidas como de cualquier otra lluvia de estrellas fugaces conviene buscar un lugar muy oscuro, alejado de cualquier foco de luz molesta y llevar una silla cómoda o una tumbona, de tal modo que podamos observar con comodidad, sin "maltratar" nuestro cuello. Además debemos de ir provistos de ropa de abrigo, una manta o un saco de dormir, porque a pesar de encontrarnos en el verano (boreal) es fácil que la noche resulte fresca -algo que se hará más evidente estando en posición tumbada. Un termo con café o bebida caliente puede resultar también de utilidad.
Mapa esquemático de las constelaciones de Perseo, Aries y Tauro. En la primera de ellas se indica el punto radiante, desde el cual parecen radiar todas las estrellas fugaces Perseidas. No es necesario observar este punto concreto para ver meteoros, sino que se puede elegir una amplia región en torno a este punto. De hecho, cuanto más lejos miremos del punto radiante, más largas tenderán a ser las estelas de los meteoros. Durante esta época del año el planeta Marte será visible varias horas antes del amanecer, situado en la constelación de Aries.

Suerte a todos!
