Aquí tenéis un estudio científico demoledor contra la saca de madera quemada en las zonas incendiadas
:
EFECTO DEL MANEJO DE LA MADERA QUEMADA SOBRE LA
REGENERACIÓN (NATURAL O ASISTIDA) DE ESPECIES
FORESTALES EN EL PARQUE NACIONAL DE SIERRA NEVADA
Jorge Castro y Alexandro B. Leverkus
Departamento de Ecología, Facultad de Ciencias, Universidad de Granada, Campus Fuentenueva s/n, 18071
Granada (Jorge@ugr.es)
Tras un incendio forestal es habitual proceder a la extracción completa de la madera quemada,
eliminando las ramas y otros restos mediante quema o astillado, actividad que en su conjunto se
conoce como saca de la madera. La saca post-incendio se ha realizado tradicionalmente
atendiendo a razones de diversa índole, pero desde hace una década se están acumulando
fuertes evidencias de puede afectar negativamente a la regeneración natural y a diversos aspectos
del funcionamiento del ecosistema. A pesar de la relevancia del tema para la gestión postincendio, apenas existen estudios experimentales que analicen el impacto de la extracción de la
madera sobre el establecimiento de especies forestales, ya sea mediante regeneración natural o
mediada por el hombre. En este trabajo se presenta un estudio que se está llevando a cabo en
Sierra Nevada, en pinares de repoblación que ardieron en septiembre de 2005. Se han establecido
tres parcelas de ˜25 hectáreas cada una, a distinta cota altitudinal, en las que se disponen tres
réplicas de tres tratamientos selvícolas post-incendio que difieren en el grado de intervención: 1)
“Control”, árboles dejados en pie; 2) “Intervención intermedia”, corte y desramado del 90% de los
árboles, dejando toda la biomasa esparcida por el suelo; y 3) “Extracción”, corte de todos los
árboles, retirada o apilado de troncos, y ramas trituradas con desbrozadora de cadenas. El
objetivo global del estudio es evaluar la viabilidad técnica y económica de los distintos tratamientos
y su efecto sobre la regeneración de la comunidad, con objeto de determinar modelos de gestión
que optimicen la capacidad de regeneración de áreas incendiadas.
Los resultados tras seis años muestran que
la extracción de la madera afecta negativamente a
las condiciones microclimáticas mientras que, por el contrario, los troncos y ramas quemadas
actúan como estructuras nodriza que reducen la temperatura del suelo y el estrés hídrico de las
plantas.
La madera quemada también actúa como un importante reservorio de nutrientes que se
van incorporando al suelo, y la complejidad estructural que generan
troncos y ramas protege a los
juveniles de especies leñosas ante los herbívoros ungulados. Esto se traduce en una
mayor tasa
de reclutamiento y de crecimiento de brinzales de especies leñosas en caso de no sacar la
madera, ya sean de regeneración natural o de reforestación. Además,
la saca de la madera altera
interacciones planta-animal claves para la sucesión natural, como es el caso de la dispersión de
bellotas por parte de los arrendajos, que continúan dispersándolas hasta el pinar quemado en
caso de no sacar la madera. Además,
el coste de la reforestación en caso de proceder a la saca
fue aproximadamente el doble que en caso de no intervenir tras el incendio, si se consideran los
costos asociados a los trabajos de saca. Estos resultados evidencian que la saca de la madera
quemada no debe realizarse indiscriminadamente y que, a pesar de que pueda ser necesaria bajo
ciertas circunstancias, existen otros escenarios en los que puede usarse como un elemento que
acelere la regeneración del bosque.