Hola a todos. Una pasada. Una quedada estupenda. Ha merecido la pena el viaje.
Gracias por vuestras palabras, pero todos, absolutamente todos, hemos contribuido al éxito de este fin de semana. Desde el primer momento, ha habido una amistad total y sincera, como si nos conociésemos de más tiempo. Agradecer a María, Hipatía, el detalle de regalarnos a los malagueños el símbolo de Almería, el Indalo. Y a Andi, agradecerle también las provisiones que nos ha regalado. Unos tomates y patatas de su cosecha, que están para chuparse los dedos.
No tengo palabras para definir a cada uno de los que han participado en esta quedada, y como no quiero olvidarme de nadie, diré que todos son gente que merece la pena conocer y mantener su amistad. Mención especial para Lola, la hija de Ángela y Miguel. Un encanto de niña. Para comérsela.
Ángela, Miguel y su hija, encantadores. David y Elena, simpatiquísimos y abiertos a todos. María y Juan José, una gente entrañable. Andi, muy buena gente. Eloisa y Pepe, ya son conocidos, de mi grupo, y han estado estupendos. Isabel, bueno, mi niña bonita. Vigorro, sin palabras. Una pasada. La chispa de la reunión y buena gente. La hija de Pepe, Minerva, su novio y su amigo, siento no recordar los nombres, muy agradables y simpáticos.
Creo que no me olvido de nadie. Si es así, mis disculpas y le debo una cena.
Felicitar a Ángela y a David por la iniciativa y seguro que se ha de repetir. Ha sido un éxito completo. De regreso a Málaga, comentábamos lo bien que lo hemos pasado y la bien que nos han caído todos. Hubiésemos deseado que acudiese más gente, pero los que estábamos, hemos rellenado el hueco.
En cuanto a la comida. Desde las tres de la tarde que empezamos a comer, salimos del restaurante más tarde de las cinco y tras un paseo por el pueblo, a cenar. Ya veréis las fotos. Pero la carne con tomate, tan cacareada por David, ¡buenísima!. Una cazuela de mariscos que preparó María, para quitarse el sombrero. La ensaladilla rusa de Ángela, de diez. Un paté de atún que preparó Isabel, para chuparse los dedos, voló. La ensalada y una crema de calabacín de Eloisa, de lujo. Hemos comido mucho y bien. Y de postre, un excelente bizcocho que subió también María.
La comida de hoy, pues con lo que sobró de ayer, más unas patatas cocidas y tomates picados, de los de Andi y la carbonara de David. Exquisita, muy suave y equilibrada.
Todo estupendo. ¿Las rutas? Lo de menos. Bonitas y sorprendente el paisaje en esta parte de Almería. El sábado si hicimos una buena caminata, unos siete u ocho kilómetros, en llano, pero agradable y divertida. Para hacer hambre. Hoy a la mañana, nada. Un paseo por la zona de los observatorios de Calar Alto y a gozar de las vistas. Que aunque con nubes, muy hermosas.
Repito. Todo a salido a pedir de boca. Imposible mejorarlo. Igualarlo, si. Pero no mejorarlo.
Mañana, ya pondré las fotos que he tomado.
Saludos a todos y recuerdos y cariños a todos con quienes hemos compartido este muy buen fin de semana.
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