Que chulas, Pedro.
Es que esa ciudad tiene duende. Me encanta, salvo cuando hace tanto calor. Tienen, amén esa joya portentosa de la Alhambra, un montón de sitios interesantes. La ciudad es mágica pese a que está creciendo en demasía y se están cargando todo lo que queda de verde en la Vega.
Pero además, el entorno es de impresión con ese macizo montañoso que ya mismo andará como un polvorón.
Saludos.