Lo que realmente me sorprendió de Paris es la tranquilidad con que la gente se mueve por sus calles, los cafés estaba repletos de gente, los
artistas callejeros que te encontrabas en el metro, una orquesta de violines e instrumentos de viento, en cualquier lugar te encontrabas
con algo asombroso y cualquier rincon era un encuadre perfecto para una fotografía. Sólo puedo decir que me encantó volver a Paris
después de 15 años, he visto más o menos lo mismo pero con más años, lo cual te da otra perspectiva de lo que ya conoces.
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