Estuve toda la semana de safari para observar los nidos de gusanos empezando desde Lanzarote y terminando en el Hierro, el espanto anticiclónico hizo muy difícil la expedición, temperaturas tórridas, fortísimo viento en alta mar, calima y spray marino, la combinación perfecta.

El viaje empezó con una vista de diversos nidos de gambas con formas geométricas en el sur de Lanzarote, el gusano aprovecha su melaza y las cría en este tipo de nido, este tipo de relación simbiótica es muy común en Lanzarote.

Atravesando ya Fuerteventura se observa una menor cantidad de nidos debido al relieve árido, circunstancia que ha sido aprovechada por gambas migratorias para asentarse en el lugar.

En la segunda imagen se puede ver una batalla campal entre los enfermos del molino y diversos nidos, corresponde a la zona de Melenara, el mar estaba sumamente tranquilo pero con calima, el vertido de lubinas muerta no fueron observados en este tramo, la calima dificultó mucho las fotos, a cierta distancia ya se percibe la curvatura de la tierra.

Ya en el otro lado de Gran Canaria ya parece que remite un poco la calima pero empieza a azotar fuertemente el viento, por lo visto el gusano de roca está experimentando un boom de crecimiento por falta de depredadores naturales y el cambio climático, incluso perforando montañas enteras para conectar sus nidos mediante estructuras móviles de aspecto metálico.

Ya llegando a Tenerife se hace patente el cambio de tiempo, el yugo de la bestia empieza a empujar nubes contra el relieve de Anaga, produciendo un efecto vómito de lluvia sobre el mayor nido descubierto hasta la fecha.

Ya en la Gomera el mar se tranquiliza un poco ya que la propia isla crea una zona de calmas al sur, el gusano gomero es bastante raro de ver y está en peligro de extinción, esta circunstancia ha sido aprovechada por los enfermos del molino y diversos tipos de gamba para empezar a asentarse en el área.

Finalmente en el Hierro se pueden observar más nidos, a diferencia de otras especies de gusano, esta en concreto muestra un cierto rechazo a hacer sus nidos cerca del mar, el motivo de esta particularidad sigue siendo desconocido, pero en épocas recientes se ha hibridado con otras especies y perdido en parte esta cualidad.