Una cosa está clara: anoche hablé con la meteoróloga de guardia en el GPV de la AEMET en Málaga, y no tenía ni el radar de Sevilla, ni el de Málaga (of course), ni el de Almería. Estaban ciegos allí. Estuvo siguiendo la célula que nos afectó, muy severa, a través de la red de detección de rayos. Seguramente también a través de mi detector, que anoche no trabajó demasiado bien con esta tormenta, por las que hubo en otros puntos alrededor, que despistaron al software. Hasta que no haya una catástrofe de verdad, y lo de Córdoba podría servir muy bien, no cambiarán las cosas... Y no se debería de esperar a entonces. A quien corresponda la adjudicación de partidas presupuestarias a la AEMET, o a quien corresponda en cualquier otro caso: que esta vergüenza acabe ya.