La montaña siempre está dando en Málaga noticias acerca de senderistas que tienen problemas practicando esta sana afición, pero que a menudo, si no se tiene un mínimo de cuidado y responsabilidad o bien no se tiene simplemente suerte, conducen a situaciones bastante arriesgadas.
Por suerte, esta excursionista belga, puede contar su historia aunque en este caso merece la crítica no solo por poner en riesgo su vida de manera irresponsable sino también por poner en riesgo a quién la auxilia
Os dejo el enlace a la noticia y el relato de la información:
Hallan a una turista en el monte de Ojén, tras permanecer 16 horas perdidaUna turista permaneció desaparecida durante más de 16 horas en la sierra de Ojén. Un helicóptero del Grupo de Rescate y Emergencias de Andalucía logró rescatarla ayer en el pico de La Concha, donde se encontraba tras haber pasado la noche a la intemperie y haber recorrido más de cinco kilómetros a pie, sin provisiones e incomunicada.La excursionista, de origen belga y 60 años de edad, se encontraba hospedada en el Refugio de Juanar, situado en el monte público ojeneto. Eran alrededor de las diez y media de la noche cuando decidió salir a dar un paseo. «No nos dijo adónde se dirigía pero vimos que se llevó el coche», indicaron a este diario los trabajadores del establecimiento.
El automóvil apenas gastó gasolina. Lo dejó aparcado a unos 500 metros y decidió seguir a pie por el camino de La Concha, una ruta senderista que se extiende entre los límites de los términos municipales de Ojén y Marbella.
La mujer se salió de la senda y se desorientó hasta el punto de que no supo regresar y pasó la noche en plena montaña. «Creíamos que la encontraríamos con hipotermia o deshidratada, pero ni siquiera ha necesitado asistencia médica», indicaron los rescatadores, muy sorprendidos por su fortaleza física.
Los propios empleados del hotel dieron la voz de alarma por la mañana. Les extrañó que no volviera para dormir. «Hubiésemos avisado antes, pero como se llevó el coche, no pensamos que estaba en la montaña», añadieron.
Un completo dispositivo de Guardia Civil, Protección Civil y agentes de Medio Ambiente iniciaron la búsqueda en torno a las diez de la mañana de ayer. La encontraron a las dos y media de la tarde tras oír sus gritos desde una cañada muy escarpada donde ni siquiera los montañeros se atrevieron a acceder. «Ha sido una imprudencia que, por suerte, ha acabado bien», concluyeron.