Hoy he hecho la subida desde la Fábrica de la Luz a Puerto Blanquillo, y pese a que no era la primera vez, nunca había visto al perro del primer cortijo que se deja a la derecha atado a la alambrada... pero por fuera. Es decir, que tuvimos que pasar a dos metros de él mientras nos ladraba ferozmente e incrementado por el eco de la montaña. Cierto es que tenía una cadena, pero ¿a qué viene poner a un perro tan feroz atado por fuera? ¿Para persuadir a senderistas de que no pasen por allí? Porque los ladridos bien pueden hacer retroceder a más de uno que le tenga miedo a los cánidos. ¿Cómo se permite esto en un parque natural en una ruta tan frecuentada por senderistas? Había un grupo de senderistas extranjeros de edad avanzada que se lo pensaron dos veces antes de pasar. No sé si hay un tema parecido, pero estaría bien que comentáramos nuestras experiencias sobre perros salvajes y agresivos en ciertas rutas de montaña para saber a qué atenernos. ¿Alguien ha tenido una experiencia negativa a este respecto?   

Gracias.

Más de una vez me he visto en situaciones parecidas. Una vez en bicicleta, me salieron dos perros corriendo detrás, por suerte era en bajada y se aburrieron de perseguirme.
Andando también me los he encontrado.

No sé si estos casos se podrían denunciar, a Guardia Civil, o quien corresponda.

Saludos.

Estimado compañero, está bien que informes aquí de lo sucedido, pero estaría mejor si lo hicieras saber al Parque Natural aunque sea por Facebook o formulario web, que para eso tienen guardas encargados de este tipo de cosas también, y si adjuntas una foto pues mejor.

 Yo tuve un susto con dos pitbulls viniendo desde el monasterio de las Nieves en El Burgo hacia Yunquera, tras tres eternos minutos de tensa espera, navaja en mano por mi parte, se retiraron.

Lo que se debería hacer en estas situaciones es denunciarlo a la guardia civil, ellos sabrán qué hacer.