¿Y de dónde coño los saco? Si Maja no pilla unos para mí en Granada, no tengo otro modo de hacerme con unos. Así que, Maja, si me lées, píllame unos. Y si no te da tiempo, da igual. A pelo, porque otra cosa no puedo hacer.
Por cierto, y que no se os olvide, comprad pan cuando lleguéis a Capileira porque voy a llegar con más hambre que el perro de un ciego, que saldré de currar sin parar a cenar, y a esas horas dudo que me den de cenar en ningún bar por allí, así que comprad pan, para que pueda comer algo cuando llegue y para hacer los bocatas.