Haber cogido un palo largo y consistente, le apretas la cabeza contra el suelo para que no se te revuelva, y la coges con la mano por la cabeza... Así no te puede morder aunque no sea venenosa. Eso sí, luego hay que manipularla con cuidado porque se te enroscará con el cuerpo en el brazo, a la hora de soltarla lejos.
No me caen simpáticas, pero estas bichas no te hacen nada si no se ven amenazadas; normalmente se asustan.