Vamos con la parte. Tres días antes de esta foto, lo ví cazar una mantis religiosa que andaba por el limonero, había visto la mantis allí días antes pero no imaginé que se atreviera a cazarla pues era aproximadamente la mitad que él, un poco más. De hecho tardó casi una hora en engullirla.
Pero otra apareció por el jardín, ahí la tenemos agarrada al gladiolo:
Ambos componentes. El tamaño del insecto es el mismo que el del cazador apoximadamente, ligera ventaja para Waldo. La mantis en el gladiolo, el camaleón a la derecha de la imagen, descendiendo (hay que buscarlo).
Empieza a acercarse a ella y seguramente se da cuenta que es mucha mantis. Rápidamente cambia su color y aparecen esos lunares. Peligro o miedo advierte el camaleón, está claro que la situación no le gusta. La mantis, aunque no se advierte en la fotografía, gira su cabeza siguiendo los movimientos del camaleón, no le quita vista pero no pierde la calma, se ve que se siente superior:
Está claro que Waldo tiene miedo, abre su boca en plan amenaza...
Pero emprende la huida, rápido, muy rápido se va a perder por la tierra:
Sin quitar su 'camisa' de lunares desaparece entre la planta del 'dinerito':
La mantis, mientras extiende sus alas, seguramente también presa de cierto pánico:
Ambos combatientes se alejan. Combate nulo
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