Un día, a través del msn, estuvimos hablando (ya no recuerdo quién más estaba además de Tartesso), sobre la relación directa que había entre el río Guadalfeo, y la Vega de Motril y Salobreña.
Pues bien; aunque actualmente el río Guadalfeo está cada vez más degradado, y da muchísima pena ver su cauce cuando ya andamos próximos a la Costa, merece la pena que la gente conozca su gran importancia y que, gracias a él, la Vega de Motril y Salobreña ha sido desde hace muchísimos años un territorio muy fértil y próspero.
Las aguas que lleva el río Guadalfeo dependen en gran medida de las precipitaciones caídas sobre Sierra Nevada, y que van a parar al cauce de 5 ríos afluentes (río Ízbor, río Sucio, río Chico, río Mulacén y río Trevélez). Se trata de un río de marcado carácter nivopluvial y torrencial, y tiene una longitud real de 71 km. En algunas ocasiones, cuando se producen episodios de lluvias torrenciales o cuando se produce el paso de frecuentes borrascas atlánticas de cierta actividad, este río puede llevar caudales de agua increíbles. Tal es así que parte del río hubo de ser “encerrado” mediante dos muros de hormigón (uno a cada lado del río) para evitar los cuantiosos daños materiales y, en algunos casos personales, que este río en estado salvaje producía. El caudal medio del río es de 6,65 metros cúbicos por segundo; pero durante estos episodios de lluvias torrenciales, los caudales pueden ser impresionantes. El mayor lo constituyen los 4.000 metros cúbicos por segundo (según la Confederación Hidrográfica del Sur) que se llegaron a medir a la altura del puente de Órgiva durante una impresionante avenida que tuvo lugar en octubre de 1973.
Dejando a un lado los datos del río en sí mismo, además de su carácter algo engañoso por bajar con muy poco caudal durante la mayor parte del año (el agua no suele llegar hasta la desembocadura, ya que hay dos azudes que recogen agua para el regadío), hay que destacar su importancia como receptor de una cantidad ingente de sedimentos, los cuales han ido siendo depositados en el mar durante miles de años. Por los libros que he consultado para conocer la evolución de la vega, ésta se ha estado formando durante los últimos 6.000 años, con los aportes sedimentarios del río.
Hace unos años, a principios de los 90 si no recuerdo mal, fue testigo del poder de arrastre del Guadalfeo: después de varios días de lluvias torrenciales, motivadas por una depresión fría aislada en nivel altos, el caudal del río sufrió un fuerte incremento y, todo el agua que discurrió por las fuertes pendientes de los sistemas montañosos que rodean esta vega, fue a parar al río, llevando estos sedimentos hasta el mar. Pues bien, la acumulación de estos sedimentos fue origen de la formación de una extensa ensenada en la desembocadura, de varios cientos de metros de radio. Sencillamente espectacular.
En la actualidad este aporte se ha visto muy mermado por varios factores: los más importantes son la construcción de los citados muros de hormigón en las dos márgenes del río, y la construcción de la presa de Rules. También intervienen los dos azudes que desvían el agua a los campos.
La consecuencia: la erosión progresiva de las playas de Motril y Salobreña.
Y creo que es suficiente, como una somera descripción de un río sumamente maltratado.
Algunas fotos que he hecho hace un rato en la desembocadura, entre las 15:00 y las 15:15. El río está al final del paseo marítimo de Salobreña. Se puede apreciar que lleva algo de agua, gracias a las lluvias de los últimos días. Me he puesto como una sopa haciéndolas porque es complicado manejar la cámara y el paraguas a la vez

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Fijaros en la anchura del cauce (muy sucio aguas arriba, lleno de árboles, raíces secas, cañas...) y en el contraste entre el agua del río, dentro del mar, y la propia agua del mar. Para ser un día de muy poco caudal, fijaros en la cantidad de sedimentos que arrastra.
Un saludo muy cariñoso para todos

. Decidme que os ha parecido este pequeño homenaje al río Guadalfeo.