Lo recuerdo perfectamente. Estaba haciendo un cursillo a eso de las 17'30 18 de la tarde y de repente dijo la profesora:
- Aiba! Se ha hecho de noche!
Y yo cagándome en todo porque estaba encerrado en aquel aula y no podía salir a verlo...
Poco después empezo a diluviar con un viento fortísimo que hacía mover todo tipo de cosas. Realmente bestial.