Como estaba previsto, ayer realizamos unas rutas por la zona de Canillas de Aceituno, por la parte baja del pico La Maroma.
En primer lugar, quiero disculparme ante los asistentes, por un olvido del recorrido, el cual afectó a los planes iniciales. No obstante, pudimos disfrutar de unos bellos paisajes.
Tras un primer recorrido de dos horas por un carril que se encuentra en las cercanías del campo del fútbol y que nos lleva por la parte alta del barranco del río Bermuda, llegamos a un punto donde el carril se acaba y decidimos no continuar hacia nuestro objetivo, la Cueva de La Rábita. Este fue mi error, no recordar esta circunstancia, el final del carril. Volvemos sobre nuestros pasos y una vez que llegamos a los coches,decidimos comer, ya era buena hora. Tras la comida y una buena siesta. Unos deciden volver para Málaga y otros, nos quedamos y subir a la cueva por otro sendero. Este sendero parte también desde las cercanías del campo del campo de fútbol, desde el carril que tomamos anteriormente, pero de un desvío que nos lleva al inicio del sendero a La Maroma. También se puede tomar desde la plaza del pueblo, ayuntamiento, pero de este modo, nos hemos ahorrado la subida de empinadas cuestas por entre las calles del pueblo. Tras una hora de ascenso aun ritmo suave y con varias paradas de descanso, después de comer cuesta tomar el ritmo de nuevo, llegamos a la Cueva de La Rábita. Una antigua cueva, que los romanos explotaron como mina y en la que habitaron cuatro santones musulmanes (sufíes), siendo estos muy respetados por los vecinos de Canillas de Aceituno y pueblos vecinos. Estos santones murieron en la cueva y allí fueron enterrados, siendo hallados sus cuerpos siglos más tarde. Llegamos a la cueva, Ana, Lorena y yo, Ángel. Tras una primera toma de contacto, observamos una galería, a mano izquierda, en la que nos introducimos. No ofrece dificultad alguna, salvo avanzar a cuatro patas y con la cabeza baja. Tras unos diez metros de recorrido, llegamos al final de esta galería, allí tras unas fotos y charla sobre la cueva, regresamos a la sala principal, donde observamos otra galería, a mano derecha según entramos a la cueva, la otra se encuentra casi al final de esta sala, a la izquierda. Esta segunda galería, es más profunda que la primera que exploramos y va en sentido descendente, por lo cual, decidimos no recorrerla. El colorido de esta cueva, con la iluminación que llevábamos, no se pudo apreciar, pero otra cosa son las fotos. En ellas podemos observar la amplía gama de colorido que nos da esa cueva.
Tras salir de la cueva, en la que permanecimos unos cuarenta minutos, nos refrescamos en la fuente adyacente y tras conversar con unos montañeros que procedía de La Maroma, iniciamos el regreso. Un regreso en agradable conversación sobre orbes y otros hechos “misteriosos”.
Como estaba previsto, llegamos al pueblo y nos dirigimos al bar Ángel, donde dimos cumplida cuenta de una merienda. Y con esto y tras regresar a Málaga, dimos por finalizada la jornada montañera.
"La cabra, la cabra. La piii de la cabra..."
El papeo y la siesta:
Y ahora, pasamos a un punto interesante para algunos miembros de este formidable grupo, del cual, esperamos su docta opinión:
Esta galería, es descendente y muy profunda. No accedimos a ella.
Y para terminar. No podía ser de otro modo.
Para ver el reportaje:
http://groups.google.com/group/grupoexcursionistasantopitar/web/por-canillas-de-aceituno-cueva-de-la-rbita?hl=es&_done=%2Fgroup%2Fgrupoexcursionistasantopitar%2Fweb%2Fpor-canillas-de-aceituno-cueva-de-la-rbita%3Fmsg%3Dns%26hl%3DesSaludos montañeros. :O* :O* :O* beer beer beer