LA PUNTA ALTA (3014 METROS) AL CUARTO INTENTO
…A CAUSA DE LAS CONDICIONES METEOROLÓGICAS ADVERSAS
Por fin he llegado a la cima de la Punta Alta. Aquello de “A la tercera va la vencida” no funcionó en mi caso y me llegué a plantear si no estaría yo “gafado” en el valle de Boi.
El primer intento fue en agosto de 2002. Una tormenta con mucho aparato eléctrico me invitó a darme la vuelta a 2400 metros. No hay testimonio gráfico.
El segundo intento fue en octubre de 2004. Una nevada potente puso la cosa impracticable a 2900 metros.

El tercer intento, pasado por agua, fue en junio de 2005.

Y lo de “gafado” lo digo porque en 2003 intenté el Besiberri Nord por Boi y me llovió, y el mismo año coroné el Besiberri Sud por Boi, pero tuve que bajar por piernas porque me granizó. En fin: un desastre.
Por fin decido afrontar la afrenta por el puente del Pilar y el 12 de octubre por la tarde empezamos a subir. Llevo “porteadores” y tiendas para asegurar el tanto y acercarme al máximo a la cima la víspera.
Camino del refugio


Las agujas de Travesani

El refugio Ventosa i Calvell, justo en la cota de nieve

Las nubes no presagiaban nada bueno, pero esta vez SEGURO que lo iba a conseguir.

Acampamos en el lago Colieto superior, a 2180 metros. Está prohibido porque es parque nacional, pero las pusimos sólo para dormir y las recogimos de madrugada.

El Pa de Sucre (pan de azúcar) y el Tumeneia de telón de fondo

Una vez escondidas las tiendas, los sacos y los otros trastos junto a unas rocas (a veces los cacos no tienen el menor reparo en dejarle a uno en calzoncillos en pleno monte) empezamos a subir por una fuerte pendiente, ganando cota a gran velocidad. El día… fabuloso: ni una nube, sin viento… una gozada.

Pronto dejamos atrás l’Estany de la Roca. Recuerdo que en el tercer intento me ofrecí a ir nadando hasta la roca bajo la nieve por 500€, pero no coló.

La subida era dura y la nieve recién caída y algo endurecida por el viento hizo de las canales finales un terreno de aventura apasionante.

La última canal es muy empinada y las rocas resbalan mucho en algunos paso del flanqueo final, algo comprometidos.

Y por fin llegamos arriba, con unas vistas impresionante y un tiempo buenísimo. La cima no la ves hasta que no estás en ella. Yo soy el de la izquierda.

Bajamos por el mismo sitio para recoger el material y porque nunca he querido intentar la Punta Alta por la directa: dicen que es todo piedra.
La bajada me deja hecho polvo

Pero llego al lugar de acampada...

...y aún me quedan fuerzas para hacer algunas fotos:
Estany Negre con la cresta de los Besiberri al fondo
Punta Harlé, Pa de Sucre y Tumeneia
Y los colores del atardecer en la roca ponen fin a este reportaje

Espero que os haya gustado.
Toll, el geólogo.