Un año más, me he pegado unos días de retiro en Los Sauces, en plena Sierra de Las Nieves; un lugar donde se puede desconectar del mundo civilizado y recargar las pilas, disfrutando de la naturaleza y la soledad de la montaña.
Este año hemos recorrido durante tres días la zona noroccidental del Parque, un paisaje lleno de contrastes, desde los bosques de los pinsapares de Ronda hasta la deforestada Sierra Hidalga, con desniveles que llegan a los 1000 metros.
Antes de llegar a los Sauces, junto a la pista de acceso, encontramos la Chorrera de Los Perdigones, en el Barranco del Portillo.

Pasando la noche.

El primer día de estancia amanece con una densa niebla que cubre todo el entorno.

Partimos de Los Sauces sobre las 09:45, poniendo rumbo hacia el Cortijo del Palancar. La niebla permanecía aún cubriendo el Valle del Turón y la zona de los embalses del Guadalhorce.

Llegando al Palancar, con el Peñón de Ronda de fondo.

La lluviosa primavera que hemos tenido hace que el agua corra por todas partes.


Llegando a la valla divisoria de los cortijos de El Palancar y del Peñón de Ronda.

Ya tenemos vistas a la Sierra de la Nieve, con sus impresionantes pinsapares y cortados, que caen hasta el Arroyo de la Higuera, conformando un paisaje de una belleza singular y extraordinaria.

Alberca en las cercanías del cortijo.

Narcisos.

Caminando por Arenitas, comenzando la subida hasta la Fuente del Hornillo.

Foto de grupo.

Avituallamiento junto a la Fuente del Hornillo.

Ascendiendo hacia el Puerto del Hornillo, con Sierra Hidalga al fondo.

En el Puerto del Hornillo, con vistas a Sierra Nevada, y más cercano, el Embalse del Conde del Guadalhorce.



Un poco más arriba del puerto, el camino se divide en dos, tomamos el de la derecha, que se dirige hacia el Puerto del Canalizo. Las vistas hacia el Peñón de Ronda, cabecera del Río Turón, y Sierra Blanquilla, son espectaculares.

Pinsapo achaparrado.

En el Puerto del Canalizo, con el pinsapar de los Hoyos de la Caridad al fondo.


Llegando a la Fuente del Canalizo, donde paramos para aprovisionarnos con sus frescas aguas.


Cueva Oscura o del Manijero.

Los pinsapos que encontramos en los Hoyos de la Caridad son sencillamente espectaculares, tanto por edad, como por tamaño.



En Los Coloraíllos, con buenas vistas al valle del Arroyo de la Higuera.



El Canalizo a la izquierda, y Enamorados a la derecha, desde la Cañada de Las Ánimas.

Saliendo del pinsapar, tenemos vistas a la caseta de Pilones.

Cabecera de la Cañada de Las Ánimas.


Una vez ascendida la enigmática Cañada de Las Ánimas, el paisaje cambia drásticamente. Nevero de Tolox en las inmediaciones del Puerto del Oso.

Ahora nos dirigimos hacia la Peñilla o Cerro Alto de Yunquera, atravesando varias dolinas, tan típicas del paisaje kárstico.

Cañada de Las Grajas.

Sima de Las Grajas o Enamorados.

Peñón de Enamorados.

Manada de machos monteses.

Panorámica del Valle del Guadalhorce.

Antes de llegar a Los Ventisqueros, encontramos una bifurcación, tomamos el camino de la izquierda que se dirige al Llano de La Gotera.

Desde aquí descendemos hacia el Puerto del Hornillo, con buenas vistas hacia la Cañada de Bellina.

Fuente del Hornillo.

Tras cruzar el pinsapar de Cubero, descendemos vertiginósamente hacia la Fuente de Los Algarabeos. Desde el sendero tenemos buenas vistas al antiguo Desierto de Las Nieves.

Ya en la Cañada de La Encina, al pasar por la finca de Huarte, nos sorprendemos con el espectáculo de los cerezos en flor.

Y para acabar el día unas bonitas formaciones nubosas sobre Sierra Blanquilla.

Cuando pueda subo las fotos de los siguientes días.