Tras haber intentado el día anterior llegar, sin éxito por falta de tiempo, a la base de la Chorrera de Las Vigas, en esta jornada, al fin, localizamos y llegamos hasta la cabecera de dicha chorrera o cascada, enclavada en un recóndito lugar de la cara noroeste de la Sierra de Las Nieves.
Tras partir de Los Sauces a primera hora de la mañana, nos dirigimos hacia el Peñón de Ronda.
Desde los cortados que se asoman al Arroyo de La Higuera, donde se extiende una alfombra de pequeñas florecillas, se aprecia parte de la ruta que hicimos el día anterior, con el Cortijo de Parra a nuestros pies.
Desde el mismo punto, con vistas al Peñón de Ronda y Sierra de La Nieve.
Fauna local
Pasamos el Cortijo del Peñón de Ronda y nos dirigimos hacia la Fuente de La Breña.
Desde este punto, abandonamos el sendero que se dirige a Quejigales, y comenzamos a descender. En esta zona se observan restos de varias construcciones, a modo de bancales de piedra, y alguna era, recuerdo de cuando los numerosos cortijos de la zona estaban habitados.
También crecen algunos rodales de pinsapos de gran tamaño, en esta foto se puede comparar la altura del árbol con la de una persona.
Más fauna local, este jabalí corría que se las pelaba.
Se suceden varios cortados y andenes desde donde ya es visible la Chorrera de Las Vigas, bajo la cual crecen unos enormes pinsapos.
La parte alta de la Chorrera es de difícil acceso, y la piedra resbalaba bastante, por lo que decidimos no arriesgar para hacer una foto desde arriba.
A escasos 60 metros aguas arriba hay una pequeña surgencia de la que manaba un buen chorro de agua.
Después de una pausa para comer, comenzamos a ascender entre cortados, y precipicios, en dirección hacia el llano del Verdinal y Las Chorreras del Bendito. La ascensión es dura pero las vistas compensan el esfuerzo. Los arces comienzan a echar la hoja, y el contraste cromático con los pinsapos y la caliza es de una gran belleza.
En toda esta zona hay una gran cantidad de plantúculas de pinsapo, que crecen por todas partes. No obstante, por la falta de pinsapos pequeños en la zona, parece que estos plantoncillos deben ser devorados por las cabras que pastan por la zona.
Pinsapo aún con la semilla, abajo a la derecha.
En las inmediaciones de Las Chorreras del Bendito están los restos de esta construcción, que bien podría haber sido una alberca.
En las chorreras.
Desde aquí accedemos al sendero Quejigales-Peñón de Ronda, con vistas a la Cañada de Las Ánimas.
Flores masculinas del pinsapo.
Las lagunas, en la zona baja del Tajo del Canalizo.
Empequeñecido por la grandeza del lugar.
De vuelta hacia el Peñón de Ronda, comprobamos con agrado el trabajo de repoblación con pinsapos y creo que arces, que se está llevando a cabo en toda esta zona, donde el estado de los plantones parece muy saludable.
Vista panorámica del entorno del Peñón de Ronda.
El año que viene más.
Un saludo.