Un puente de Semana Santa muy bueno el que hemos pasado en Extremadura, concretamente en un paraje cercano a Aceña De La Borrega, Soto de Nisa. En el municipio cacereño de Valencia de Alcántara y muy próximo al pacense de San Vicente de Alcántara, junto a la frontera con Portugal. Un paraje idílico y con una climatología excelente para la práctica del senderismo.
Hemos tenido la inmensa suerte de ver una variedad de aves extensa. Cigüeñas, blancas y negras. Buitres, leonados y negros. Milanos. Algunos ejemplares de distintas águilas y la maravillosa escena de caza de un cernícalo primilla. Una caza exitosa, aunque no pudimos identificar la presa, por la lejanía del lugar. Pero si pudimos extasiarnos con la sustentación del primilla sobre su presa y el picado con el que le dio caza. Pudimos observar también la ganadería de la zona, principalmente bobina y porcina, con presencia de ganado ovino.
Un paraje cuya característica es la presencia de encinas y alcornoques en grandes extensiones, junto a matorral y la lamentable presencia de eucaliptos. Lugares para recorrer, en abundancia, tenemos sobrada experiencia. El jueves hicimos más de veinte kilómetros. Pudimos ver un pantano muy bello y la vista a la ermita de Valbón, con una magnífica fachada, casi intacta, pero con el interior y la techumbre derruidos.
La primavera en Extremadura ha estallado en toda su dimensión y la gran variedad de flora, lo atestigua. Lavanda y jaras por todas partes. Aromas mezclados en el ambiente, nos ataban a la zona e hizo algo dura la salida.
Elementos megalíticos no faltan en la zona, principalmente dólmenes y algunos, muy bien conservados, como el de Los Mellizos y el Cajirón I. Estos dólmenes, en la zona de Aceña De La Borrega, están enclavados en un paraje donde la roca es la reina del paisaje, y muchas de ellas de unas dimensiones extraordinarias y que se sustentan desafiando la ley de la gravedad y de la física en general.
El sábado, tuvimos la oportunidad de disfrutar de dos bellas localidades. Cáceres con su espléndido recinto amurallado, digno de más de una visita y Valencia de Alcántara, una localidad señorial, con magníficos rincones. Su castillo, su Plaza Mayor, su puente romano y su acueducto. Sus bonitas iglesias. La sinagoga. El barrio gótico y el judío.
Queremos agradecer a Elvira, nuestra anfitriona su amable atención, permitiéndonos conocer su propio hogar. Un magnífico cortijo restaurado y que guarda todo el sabor de la arquitectura tradicional del lugar. La casa en la que hemos estado, magnífica y muy bien acondicionada.
En definitiva, un lugar donde merecería la pena volver.
Los componentes de esta salida













Ahora una de "piedrecitas"
¿Una rata olfateando?



Desafiando la ley de la gravedad


¿Pequeña?

¿Seguro?

¿Que la sujeta?

¿Nosotros?

Se sujeta sobre si misma. Ni la roca pequeña lo hace. "Nosotros solo evitamos que se cayese. Escuchamos un crujido y evitamos que se deslizase colocándola en su sitio"

¡¡¡Tachannnnnnnn!!! es enorme

En un rato, más. Un pequeño receso.
Saludos montañeros.
GESP (Ángel)