Preciosa kedada-patedada que hemos podido realizar hoy a través de un paraje espectacular, ya conocido por Dani y por Jota, pero que yo aún no había tenido la oportunidad de conocer. A pesar de las dificultades encontradas, que nos han impedido subir más allá de los 1.600 metros de altitud por una densa niebla llorona acompañada de fuertes vientos, hemos podido ver, pisar y tocar el blanco meteoro:
la nieve, por lo que una enorme satisfacción nos ha llenado a todos, sin dejar de hablar de meteo, como suele ser habitual en este tipo de reencuentros
La jornada comenzaba temprano, a las 6:30 para mi, para salir hacia Málaga, en donde me encontraría con Jota en el estadio de la Rosaleda. Posteriormente íbamos a buscar a Dani y subir hasta más allá del pueblo de la Yunquera, para entrar en el bello paraje de la Sierra de las Nieves, para ponernos a caminar. Ni nos hemos planteado llegar hasta la cumbre, objetivo que se deja para otra ocasión en que las condiciones meteorológicas sean mucho más propicias y adecuadas.
Aquí vemos a Jota y a Dani, empezando a darle caña a la mákinawer, justo en el punto de partida elegido (no recuerdo el nombre del mirador)
Al poco tiempo de comenzar a andar ya nos veíamos inmersos en un rico bosque de pinsapos
Uno de los árboles más bellos que he visto nunca!
Entre una amena charla, como es lógico entre tres amigos que no se veían desde hace tiempo, auténticas joyas botánicas se presentaban ante nosotros, cuando el telón nuboso se abría:
Nos encontramos con este especímen, con un tronco formando curiosas formas.
Y aquí un macro de un brote de pinsapo:
El conocimiento de la zona por parte de Dani y Jota hace que la ruta sea un paseo, aunque al estrenar zapatillas mis piés pronto me han empezado a molestar
Por fin! Nieve!
Un enorme hongo crecía en el tronco muerto de lo que debió ser un gran especímen de pinsapo!
Dani se acercaba con su cámara a hacerle una fotillo desde abajo, al gran sombrerote.
Al lado había un gran tronco de un árbol muerto cortado a sierra, y comentábamos sobre los anillos, algunas bromillas
Más nieve!
Más tarde, llegábamos hasta ver este enorme ejemplar
Auténticos abuelos del bosque
Pero no era el único..........
Y luego, la interacción Meteorología - Pinsapos nos daba una fantástica lección: el fuerte viento que empezaba a soplar, arrastraba el vapor de agua constituyente de la espesa niebla, y la hacía pasar con rapidez entre las copas de los árboles. El efecto de este paso provocaba la recolección del agua por las acículas, provocando una curiosa lluvia debajo del árbol, continua y preciosa... A falta de lluvia pura, la sabia Naturaleza sabe sustituirla.
Seguíamos subiendo y las condiciones empeoraban, con una niebla más densa y con acumulaciones de nieve más frecuentes y gruesas
Llega un momento en que el viento sopla con tanta intensidad, la niebla se hace tan densa, y la temperatura tan fresca que, tras un pequeño descanso al abrigo de un pequeño pinsapo a una altura de 1.600 m., decidimos volvernos para repetir en otra ocasión con mejores condiciones. Tenemos una amena y tranquila charla, debajo del pinsapo, con el bello ruido de un viento intenso pasando velozmente entre los arbustos y pequeños árboles, llevando con gran velocidad los estratos de niebla, y volvemos hacia el coche.
Tras perdernos ligeramente, recuperamos el camino correcto y, bajando, llegamos hasta un nivel en el cual los estratos quedan por encima, permitiendo apreciar mejor el paisaje.
Mis piés están tremendamente doloridos y me huelo que las ampollas habían hecho acto de presencia; y efectivamente así era
Bajamos hasta la Yunquera, a un bar a tomar unas tapillas, y seguimos camino hasta Alhaurín, en donde hemos terminado con unos cafelitos en un pub del pueblo...
Después, cada mochuelo a su olivo, con un buenísimo sabor de boca y con muchísimas ganas de repetir, cosa que no tardará en producirse
Un abrazo para los dos