Una pena que la naturaleza se cobre vidas cuando vamos a disfrutar de ella. Supongo que si ha sido un resbalón en el hielo, es porque subiría sin crampones. Disfrutar de la montaña es un placer, pero ese disfrute, no debe impedirnos ser conscientes del peligro que las alturas y los riesgos innecesarios pueden llevarnos a un trágico final. Una retirada a tiempo, es un triunfo. Hay que volver para contarlo. No vaya a pasarnos lo que evitó aquel torero, que tras acostarse con una bellísima actriz norteamericana, la más bella, se levantó de la cama y la otra, al verlo vestirse, le preguntó: “¿Dónde vas?- “A Chicote, a contárselo a mis amigos. ¿Si no de que me sirve esto?”. Hay que volver para contarlo.
Saludos.