Séptima incursión en Montserrat,
en solitario,
«under the sunshine and under the moonlight».
Ayer por la tarde hice algo que no suelo hacer: ir a la montaña solo. Llevaba mapa, linterna frontal (por si acaso) 4 galletas y agua.
Unas fotocopias de la primorosa descripción de la Vía Meteocoll y el teléfono móvil quedaron en el coche por pura precipitación.
Y es que estaba emocionado: una tarde estupenda y varias horas por delante para ir a explorar el macizo de Montserrat por su vertiente sur, con el solete dándole a uno en la espalda.
En fin, os pongo un mapa con el recorrido circular, en el sentido de las agujas del reloj. Fue un palizón. Ahora me duelen un poco las articulaciones del “tren inferior” pero estoy tan a gusto

Ahí va esta autofoto junto a coche a las cuatro de la tarde y con muy buenas sensaciones después de la pateada del domingo.
Estoy intentando adelgazar a base de “comer con cabeza” (no sé exactamente lo que significa porque nunca me la he quitado para comer) y de ejercicio físico.
¿Te apuntas, Ángel?
Así que… ¡arriba!

Collbató antes de la subida

El comienzo del recorrido que marca Segarró es para desanimar a cualquiera. Hay que usar las manos para superar una pendiente de mil pares… por la Drecera de Fra Garí
(se conoce que el tal fraile tenía prisa por llegar a donde fuera, porque el corazón no reposa un segundo)

Escalones tallados en la roca viva: y muy bien tallados, cosa que se agradece y que impide que uno puede romperse la cabeza en un descuido

A media subida hago otra foto a Collbató desde más arriba. Puede distinguirse el coche pequeñito. Lo compré dorado para que se viera de lejos (es broma)

A media subida por la pendiente antes mentada se encuentra uno con un afloramiento no pequeño de cristales de calcita. Esta foto va para meriamm. La vena de geólogo me pidió detenerme unos segundos. Pero ¡arriba! ¡hay que seguir subiendo!

Y por qué sitios, madre mía, y por qué sitios…

Collbató desde mucho más arriba. Coche desde mucho más arriba

Llego al lugar donde empieza el cordal de la Vía Meteocoll y comienzo a plantar hitos como un loco. Lo que pretendo es facilitar el camino a los que vengan detrás y dejar señales de mi paso a Meteocoll y Segarró, que suben hoy. Ahí tenéis uno de los hitos que planté. Por cierto… ¿Y si la via no va por allí? Espero que me lo digan y subo otro día a quitarlos, no sea que la gente se vaya al huerto por mi culpa

El cordal creo que es este. No anduve en él mucho rato porque el viento era fuerte, la roca muy descompuesta y los ojos llorosos por el aire me impiden ver tres en un burro. El caso es que arreglé un poco los hitos y me bajé al camino con la intención de seguirlo un rato y regresar por donde vine

Un puñado de hitos «made in Toll»

Me debato en una duda: regreso por donde he venido o sigo un camino circular, que es lo que me gusta

Al llegar a este desvío: “Sant Joan / Sant Miquel” la cosa está clara: sigo adelante, aunque se me haga de noche, que es lo más probable

La luna esté esperando su turno para reemplazar al sol e iluminar el camino

El menda con cara de preocupación por lo que pueda pasar. No he visto a nadie en toda la tarde

¿Qué tal?

Puesta de sol en un lugar rodeado de agujas y precipicios

“El patio de mi casa” iluminado por los últimos rayos de sol

La gente ya enciende las luces, pero yo no. De momento veo un poco el camino y la luna se encargará del resto. Aunque con gafas progresivas esa poca luz es un lío. De hecho, en la bajada, tengo tres resbalones de una sola pierna, es decir: sin culazo. Son avisos y extremo las medidas de prudencia

No se ve nada de nada

Cara de cansancio, porque estoy cansado. Pero ya estoy llegando. Justo al lado del coche el campanario de Collbató toca las ocho de la noche.
4 horas caminando sin parar: soy un hombre feliz

Llamo a Meteocoll. Nos encontramos en Can Meteocoll (dónde si no). Después de ver aquello, que quedará fenomenal, nos vamos a tomar algo… hasta que nos echan a la calle para cerrar.
Otro día a ver si alguien se anima a acompañarme.