Hola.
Esta tarde nos hemos dado un paseillo por uno de los valles de La Rioja: el del río Jubera,
reserva de la Biosfera, junto con los del Alhama, Cidacos y Leza.
Se trata de una de las zonas más desconocidas de La Rioja pero a la vez también de las que más encanto tiene.
Para acceder a estas "alpujarras" del Norte, hay que llegar al pueblo de Murillo de río Leza, a 15 Km. de Logroño, y en el que confluyen los ríos Leza e Iregua:
En este pueblo, tomamos una carretera regional y nos dirigimos hacia el Sur siguiendo el curso del Jubera. Enseguida llegamos a Ventas Blancas, núcleo de población a unos 600 metros de altitud, con 300 habitantes y perteneciente al municipio de Lagunilla de Jubera:
Lagunilla del Jubera, que llegó a contar con más de 1.000 habitantes, tiene actualmente una población de unos 340 vecinos, pero ya vemos que la mayoría reside en Ventas Blancas. Tiene dispersos núcleos de población, como Villanueva de San Prudencio y Zenzano (15 habitantes).
Imagen del núcleo principal:
Llama la atención la decadencia de Lagunilla de Jubera: casas viejas, pocas de ellas reformadas y un circuito de motocross atroz, que impide disfrutar de un mínimo de tranquilidad que se presupone en una zona poco habitada.
Imagen de la humilde sede del ayuntamiento local:
La iglesia, sorprendentemente grande para un pueblo tan pequeño y con una terrorífica restauración de la torre (todas las fachadas son de piedra; y a la torre le han dado un lucido de cemento y a correr):
Vista parcial del pueblo donde se aprecia cierto desorden en la ubicación de las viviendas, así como la deforestación de sus montes, probablemente debido a que son ricos en yesos, y se utilizaban como cantera:
Abandonado el pueblo de Lagunilla del Jubera con cierto mal sabor de boca, volvemos a Ventas Blancas por la carretera paralela al Jubera y nos acercamos a la localidad del mismo nombre. Desde aquí podemos ver dos de los pueblos que forman parte del valle de Ocón: Santa Lucía y la Villa de Ocón:
El río Jubera:
El castillo del pueblo con el mismo nombre (Jubera):
Se nos ha ocurrido parar a comer a la orilla del río, ya que la jornada estaba fantástica: muy luminosa, con el viento en calma y con una temperatura estupenda. Y aunque ya lo conocía, nunca deja de sorprenderme lo impresionantemente llenas de fósiles que están las rocas cercanas al río, que han quedado al descubierto por la erosión:
Hemos estado un buen rato buscando fósiles, pero hemos decidido acercarnos hasta el pueblo más alejado del mundo dentro del valle del Jubera: San Vicente de Robres, perteneciente al municipio de Robres del Castillo y a 5 Km del núcleo principal de población. He aquí una imagen de San Vicente. El sinclinal que se ve a la izquierda de las casas alberga un yacimiento de ignitas (huellas de dinosaurios)
:
La pequeña y coqueta iglesia del pueblo:
Algo que nos ha sorprendido mucho es que, según nos ha comentado una amable señora que tiene casa en el pueblo, nadie vive permanentemente en él, aunque apenas una decena sube desde distintos pueblos en el fin de semana y lo pasan allí (hay preciosas casas restauradas) y muy pocos hacen noche algún día entre semana, para cuidar el ganado. Pues, a pesar de eso, el pueblo cuenta con servicio de Internet y Casa de Cultura:
Como entre semana no hay nadie en el pueblo, lo "cierran" con unas verjas metálicas que impiden el paso del ganado a las calles, de manera que cuando suben el viernes no se lo encuentran lleno de moñigas. A este carnero no le dejaban entrar, aunque posaba alegre en una "regionalista" verja:
Hemos paseado por este pueblo sorprendidos por el buen estado de conservación de las casas y las calles, nada que ver con el pueblo de Lagunilla que habíamos visto previamente, y que está mucho mejor comunicado (quizás sea esta la causa de su deterioro, aunque debería ser lo contrario... :crazy:) Alberga, además, dos puentes romanos (según la señora amable de antes) a los que no hemos hecho fotos.
De vuelta hacia la parte baja del valle (San Vicente está a casi 1.000 metros), hemos pasado sin parar en Robres del Castillo y nos hemos dirigido directamente a Jubera, en cuyo término hay un pequeño cañón excavado por el río del mismo nombre y en el que se pueden encontrar todavía más restos fósiles:
En primer término, el antiguo puente de acceso al pueblo, y más atrás, el puente "moderno":
Un detalle de las aguas:
Y los restos fósiles grabados en las rocas:
Pero para impresionante, este fósil. (No os confundáis, no hablo de mi móvil): :risa:
Otro similar. Parece recordar a un caracol, pero de un tamaño notablemente superior a los actuales:
Aquí podéis ver algunos otros restos. A mí me resulta tremendamente emocionante poder encontrarme estos fósiles de hace decenas de millones de años. Pensar en la fisionomía tan diferente que tenía el terreno actual cuando vivieron esos seres, los fenómenos que se tuvieron que dar para que se fosilizaran, los movimientos orogénicos que elevaron esas superficies, los fenómenos erosivos que las dejaron al descubierto. Y por fin, pasar yo por ahí y poder fotografiarlas y verlas: ¡qué cúmulo de felices coincidencias!:
Tras casi una hora de ensimismamiento buscando más y más fósiles, decidimos regresar para Lodosa porque se hace de noche. No nos da tiempo a visitar más pueblos "alpujarreños" al fondo. Bien. Así hay que volver. Pero todavía hemos podido tomar imágenes de dos recónditos núcleos de población: Santa Engracia de Jubera (primera foto) y San Bartolomé de Jubera (segunda). Ambos, junto con Jubera, Santa Marina y otros (Bucesta, El Collado, Reinares, San Martín del Jubera) forman parte del Ayuntamiento de Santa Engracia de Jubera:
En fin, esto es todo. Espero que viendo las imágenes os hayáis hecho una pequeña idea de lo maravilloso de estos parajes tan cercanos pero a la vez tan lejanos.
Saludos.