Si bien hace un tiempo denunciaba en este foro la falta de solidaridad, a veces, en la montaña, hoy tengo que escribir desde la tristeza y una cierta alegría. Tristeza por la muerte de Iñaki Ochoa en el Anapurna. Cinco días hemos estado pendientes de su vida y deseando su rescate. No pudo ser. La montaña se cobra, una vez más, su tributo. Una muerte que nos inunda de tristeza, pero al mismo tiempo de cierta alegría.
Iñaki ascendió en compañía de Horia Colibasanu. Renunciaron a la cima debido al mal tiempo. Sufrieron algunas congelaciones, e Iñaki se vio afectado por una enfermedad cerebral, a la que se unió otra pulmonar. Su compañero Horia, permaneció a su lado hasta que llegó Ueli Steck. Este llegó con algún medicamento que parecía aliviar a Iñaki y nos hizo albergar esperanzas. Esperanzas que esta mañana se han venido abajo. :D1 :D1 :D1
Gracias a Horia Colibassanu y a Heli Steck, podemos estar alegres, si un día tenemos problemas en la montaña, en el sendero, en el camino, tal vez ellos, u otros como ellos, nos puedan ayudar. Olvidaron su propia seguridad y afrontaron el riesgo de ayudar a un compañero, a costa de sus propias vidas. La montaña, aún nos da héroes a los que admirar e imitar.
Desde lo que a mi respecta, Horia Colibassanu y Heli Steck. Gracias. :D1 :D1 :D1
Desde hoy, Iñaki descansa en paz en el Annapurna. Él así lo deseaba.