Preciosa explosión de luz y color procedente de lo que parecían unos cirrocúmulos lenticulares, avistados mayoritariamente desde Llagostera, y más tarde en coche por algún lugar de la provincia de Gerona.

Ya por la mañana se intuían unas misteriosas y muy sutiles nubes hacia poniente, que mostraban toda la intención de quedarse allí:



Con la bajada del sol empezaban a tomar color, además de hacerse más densas y definidas:



Una pequeña iridiscencia nos acompañó unos minutos:





Otra sorpresa, rayos anticrepusculares, ya rodando:



Tras mucho insistir, conseguí que los colegas parasen el coche unos minutos, porque en movimiento era jodidamente imposible acertar con la exposición. Esto lo pude captar desde el aparcadero de un putiferio de carretera





Aunque el atardecer emboba, de vez en cuando no está mal volver la vista. Un misterioso lenticular aparecía por el otro lado:



Coche en marcha otra vez y yo con la cabeza fuera de la ventanilla, poco más se pudo hacer:



¡Cirrocúmulos, tío, cirrocúmulos después de tanto tiempo, esto es un colocón de magia, tío, ya verás cuando lo cuente en el baaaaarrio!