Buenas,

Permitidme daros la vara con un reportaje extenso (35 fotos), extraído del centenar que he tirado hoy.

El pasado lunes día 5 se desató una tormenta fortísima a primera hora de la tarde en mi ciudad: Cervera. De todos modos, mientras en gran parte del casco urbano apenas llovía (8 mm los pluvis oficiales) ... en las afueras por el norte, la variante de la A-2, los campos circundantes, y pequeños pueblos de los alrededores (a menos de 5 km de Cervera), padecían una impresionante tromba de agua que duró unos 40 minutos, e iniciándose con una pedregada seca que llegó a dejar pedriscos del tamaño de huevos de gallina.

Los únicos datos pluviométricos que tengo son de la estación INM 9718 sita en la pedanía de Tordera (municipio de Granyenella), 4 km al noroeste de Cervera con 52 mm medidos en Hellmann ... y en la población de les Oluges, 5 km al nordeste de Cervera, una persona midió 60 mm en un pluvi de esos de plástico (o sea que lo tuvo de vaciar al menos una vez mientras llovía), pero viendo la magnitud de las consecuencias presupongo que hubo máximos superiores.

De hecho, la mayoría de las fotos están hechas en un pueblo del municipio de Cervera, de donde era natural mi padre, y donde heredé una pequeña propiedad de tierras que mantengo cultivadas a modo de pasatiempo: Castellnou d'Oluges. La iglesia de este pueblo aparecía en la portada del diario Segre (el periódico de referencia en Lleida) el martes día 6.

La construcción de la autovía hace unos años motivó la aparición de nuevos "valles".

Los mismos bomberos también me facilitaron fotos de como quedó la iglesia de Castellnou d'Oluges una vez ellos bombearon la mayor parte de agua ... lo que quedaba era barro mayormente.

La iglesia se halla a la entrada del pueblo, por el que se accede por carretera a través de un diminuto valle. El pueblo está a 490 metros de altitud, y las cotas máximas de su entorno apenas superan los 550 ... y con este modesto desnivel bajaron furiosas las aguas por estas hondanadas mansas ... y a la entrada del pueblo, antes de llegar a la iglesia, han dejado este rastro en un campo de cereal y en un muro que hace margen.

Así estaba hoy el interior del templo. Los bancos retirados, y el suelo aún húmedo y manchado de barro. Quedan las marcas del nivel alcanzado por las aguas, alrededor de un metro de altura.

Con la ayuda del rastrillo y la azada nos hemos abierto camino entre el barro y hemos intentado construir un pésimo dique para frenar alguna lluvia débil.

Las patas de la mesa donde pelamos unas cuantas almendras el pasado miércoles 31.

Un motosierrra y una motobomba es posible que hayan quedado dañados porque los tenía en el suelo.

Detalle de una de las heridas que se han abierto en el margen de este campo, y por el que nos vomitó la mayor parte del agua que entró en el cobertizo. A su vez, el agua llegaba al campo desde la parte alta del pueblo.

Y detrás del cobertizo hay un campo de olivares (hoy un barrizal), y a continuación el río Sió (seco desde el invierno), que desaguó la torrentada hacia el Segre. Al otro lado del río, que los campos están a un nivel inferior, hoy quedaba esta balsa enorme.

Por el camino he visto almendros literalmente "desplumados" con las almendras y las hojas a sus pies.

Al llegar a nuestra finca, las consecuencias del pedrisco no eran tan bestias, pero tenemos una parte importante de la cosecha en el suelo  entre barro y piedras. Pensábamos empezar a varear la semana que viene.