Las cinco de la tarde, por distintos puntos del centro peninsular se salpican núcleos tormentosos y sobre mi vertical el paisaje convectivo se vuelve muy interesante y pega un descomunal trueno... es hora de mover el trasero para visualizar directamente los movimientos que se producen...
Pero ya anteriormente por la mañana, algunos brotes de convección se dejaban sentir en las nubes, desde Campo de Criptana (Ciudad Real) algunas instantáneas de esos momentos...


Pues eso... que después sobre las cinco de la tarde, apostado en una atalaya, podía contemplar hacia el sur, por la zona de Sierra Morena, en el límite entre Ciudad Real y Jaén, como sobresalían lejanamente expansiones cirrosas de yunques de cumulonimbos.

Este erecto cúmulo crecia casi encima mio...

Pero también muy lejos hacia el norte aparecían dos enormes núcleos de cumulonimbos... zoom al máximo, a este lo llamaremos N1...

... y a este situado un pelín a su derecha, N2

.

Este se encontraba unos pocos kilómetros hacia el este, y es el que previamente soltó un gran trueno, tal como comentaba al principio del relato, cuando minutos antes se localizaba mucho mas cerca...
Fijarse como la cizalladura lo obligaba casi a tumbarse

, de ahí podía "salir" cualquier "cosa" ...

Esta es la situación del radar de Madrid a las cinco y veinte, destaco lo siguiente que se podía ver claramente:
-El punto naranja es mi posición en esos momentos.
-El cuadrado blanco rodea la precipitación de los cumulonimbos de Sierra Morena, arriba expuestos.
-La circunferencia blanca rodea la precipitación del núcleo N1, arriba expuesto también.
-La elipse blanca rodea la precipitación del núcleo N2.
Sé que puede parecer increible que todo esto se pudiera observar a simple vista, a tanta distancia (hablamos de unos 200 km. mas o menos), pero es real, lo aseguro.

Era imperioso salir pitando hacia la aventura, así que rapidísimamente pongo dirección hacia el norte en pos de N1 y N2... prometían interesantes tormentas...
Este es el mapa de rayos del INM, pués aquí están las tormentas reflejadas particularmente en la provincia de Guadalajara, actividad desde las cinco hasta las once de la noche aproximadamente. Por curiosidad, con una flecha blanca señalo el rayo que dió origen al potente trueno que me sorprendió al inicio de todo... se vé que es por un rayo positivo, que suelen ser los mas poderosos...

Derechito sin perder tiempo hacia los monstruos de Guadalajara, aquí una paradita de como se veía "el hervidero" desde las proximidades de Villamayor de Santiago (Cuenca).

Ya dentro de la provincia de Guadalajara, sigo por su retaguardia alumbrada por el sol que empezaba a decaer, cerca de Albalate de Zorita... le colgaban hasta Mammatus.

Desde el mismo punto, mas "artístico"... intentanto pillar toda la zona de regeneración de células o "Flanking line".

Esta pose es recién pasado Almonacid de Zorita, camino de la central nuclear de José Cabrera... esplendoroso yunque...

Un zoom de la zona de regeneración, como estaba disfrutando en esos instantes...

Mas detalles de ese instante... el yunque que todo lo envuelve...

Prosiguiendo mi ruta, poco antes de llegar al pueblo de Fuentelaencina, el omnipresente yunque del atardecer seguido por toda una cohorte de estratocúmulos.

Exuberantes "coliflores" se escapaban para salir a borbotones como buenamente podían...

Recién llegado a Fuentelaencina, el ocaso del sol era inminente, condición que favorecía el contraste de tonalidades, la tormenta proseguía su trayectoria hacia el este...

Desde allí mismo, pude captar este variopinto mestizaje de diferentes colores, texturas, formas y luminosidades, una maravilla poder ver, oler, sentir ese paisaje.

Comentar que observando desde Fuentelaencina a última hora de la tarde, en esos momentos este era el panorama según el radar de precipitación de Madrid a las siete y veinte, reflectividades máximas de unos 36 dbz; el punto naranja es mi posición, y rodeo con una circunferencia blanca lo que veía en las fotos.

Otro punto de vista, según el radar de Zaragoza, se alcanzó un máximo entre 48 y 54 dbz, a las siete menos diez

Avancé un poco más, poco antes de llegar a Cifuentes, pero el alejamiento de los cumulonimbos ya era notorio, con la noche encima y en decadencia tormentosa, así pués dí por finalizada la expedición, llevándome una fabulosa tarde para el recuerdo.
De regreso a casa no me encontré con ninguna tormenta y sin apenas signos de inestabilidad.
Así que esto es todo...