El curioso fenómeno óptico del que pudieron disfrutar los esquiadores de la estación de esquí de Vemdalen es un halo solar, también llamado antelia. Se produce cuando hay partículas de nieve o hielo en suspensión en la tropósfera, que en su descenso hacia el suelo se colocan de forma plana y paralela, refractando la luz solar (o lunar) y generando un espectro de colores circular alrededor del Sol, a modo de arco iris circular.
Tal y como cuentan en
Astronomy Picture of the Day, «cada cristal de hielo actúa como una lente, de modo que hay millones de ellas». Cuando el observador está en el mismo plano es cuando se aprecia el fenómeno del halo (antelia) que a veces va acompañado de otros secundarios llamados parhelios, a 22° y 46°.