Bueno pues tras la última situación de inestabilidad y frío que hemos tenido en Andalucía, que ha dejado tres días de abundantes precipitaciones y cotas de nieve decentes, he decidido aprovechar la ventana de buen timepo del Lunes 18 y tirar para la Sierra de las Nieves. ( La verdad es que lo llevo planeando desde hace más de una semana, que lo modelos empezaron a intuir la situación
)
Llego temprano y tengo que dejar el coche en la barrera anterior al área recreativa de Quejigales, que está cerrada. Luego me entero de que abrió 10min después.
Esto se podía desde el área recreativa, yo, un poco pesimista, empiezo a pensar que no encontraré gran cosa.
Comienzo el sendero, que en esta época suele estar con muchísimo barro, pero hoy el suelo estaba como una piedra y no pillé nada de barro.
Vistas
Ya en la cañada
Conforme voy subiendo, los pinsapos no tienen nieve encima, pero si que tienen una cencellada bastante importante
Detalle de hojas de pinsapo
Ya aquí los pinsapos empezaban a tener más nieve encima.
Terminando la Cañada del Cuerno, ya a partir de aquí, los espesores son considerables.
El pinsapo solitario.
A partir de aquí, me alcanza la niebla que se veía antes y empieza a soplar un viento fortísimo de Norte que me pilla con Chaqueta, gorro y guantes quitados por eso de ir subiendo a pleno sol. Ni idea a cuanto pudo bajar la sensación térmica, pero mucho. No he sentido mayor frío en mi vida, sobre todo en orejas y manos. Lo único que puedo hacer es salir corriendo para llegar al la pista forestal. Allí hecho la mochila al suelo y me pongo a toda prisa todo el equipo
Ya en la pista forestal.
Cartel de pilones con la panorámica.
Se despeja un poco y la meseta se muestra en su plenitud con el Torrecilla al fondo.
Sin palabras lo de este quejigo
Comienzo el sedero, que es directamente inapreciable, acompañado de unos cuantos. Se hace muy difícil caminar por la nieve, aunque había muchos tramos en los que la nieve estaba lo suficientemente dura como para aguantar tu peso.
Pozo de nieve
Continuo la ruta. A partir comenzaron a parecer placas de hielo que dificultaban mucho el andar y cada pequeña cuesta se volvía peligrosa. Me uní a este montañero, Andrés se llamaba, de Málaga, que me dio charla muy agradable sobre la montaña donde tiene bastante más experiencia que yo.
Se distinguia perfectamente Sierra Tejeda y más al fondo, Sierra Nevada.
Las calizas enterradas en nieve
Efectos del fuerte viento.
Ya en la zona del pilar, a los pies del Torrecilla.
En la foto apenas se aprecia, pero se distinguían muy bien las placas de hielo brillando bajo el sol, lo que nos hacía dudas de subir o no. Finalmente decidimos comenzar la subida y llegar hasta donde podamos.
Nos encontramos a tres montañeros que ya van en bajada tras haber coronado, equipados con crampones, nos dicen que si que hay hielo, sobre todo en el tramo final, pero que ellos ya lo han roto bastante y que si le echamos un par, podemos llegar a la cima.
Casi por la mitad, pasamos por una zona de umbría que estaba muy dura y no podía romperse ni a patadas, asi que decidimos que es mejor darnos la vuelta.
Peeeeeeeeeero, al llegar al pilar otra vez, llega un grupo, sin crampones también, decididos a llegar hasta la cima, los montañeros de antes, que también están en el pilar, nos animan a subir, asegurándonos que se puede llegar, yo no me fiaba mucho ya que si ellos llebaban los crampones puestos, por algo sería. Total, que al final decido lanzarme con otros dos, y comenzar de nuevo la subida, Andrés también se viene.
Decir que la ascensión fue muy muy dura, sobre todo en el tramo final, donde para cada paso tenias que dar varias patadas para romper el hielo y hacer escalones.
Aquí aún se podía andar medio bien, pisando en los huecos que habían dejado antes.
El último tramo fue lo más duro. Ya va quedando menos.
Buenas vistas
Ya por fin en la cima, gritos de jubilo y felicitaciones mutuas. Las vistas impresionantes.
Fotos de rigor.
La vuelta la hice ya todo el tiempo con los muchachos de La Linea con los que subí, muy buena gente a los que mano un saludo.
Ultimo vistazo al Torrecilla.
La vuelta la hacemos por la pista forestal, bien cargada de nieve en los primeros 2km aprox.
Y colorín colorado, es cuento se ha acabado. Más que nada porque me quedé sin batería en la cámara.
En definitiva, una experiencia en la montaña increíble, en la que a demás que conocido a buena gente.
Eso si, la agujetas me van a durar una semana.
Un saludo.