Hoy tenía que ver algo grande, el día lo merecía. De hecho esta mañana ya he despertado esperanzado porque el aire estaba muy limpio y percibía los colores con una intensidad que ya casi ni recordaba. Sin embargo, pensaba que la oportunidad se iba a echar a perder porque a mediodía desaparecieron las nubes y ya daba por sentado que la tarde sería despejada y con poco que ver, si acaso los colores más vivos que de costumbre. De todas formas, eso ya era motivo para salir a dar una vuelta y a grabar unas cuantas tomas patinando, que con esta iluminación podía obtener material interesante.
Bien, nada más salir de casa, aparición sorpresa de cirrocúmulos. Yo tenía la vista fijada en un pequeño lenticular que se observaba mar adentro y que me pareció la única nube existente hasta que vi esto.

Rápidamente, más y más cirrocúmulos. Esto se ponía interesante y ya se me perdió otra tarde de skate park. Mala suerte, hoy no había humedad y se podían hacer trucos


Bueno, y al ver esto, ya tenía claro que se estaba cociendo un espectáculo de luces. Había que preparar la tarde.

Poco después, me trasladé de lugar y llegué ya cuando empezaba el fiestón gordo. Además de con las franjas de cirrocúmulos corriendo de norte a sur, me encuentro con un viento que me atacaba sin piedad.




Siempre me gusta despedirme ampliando algún detalle, que queda bonito.

Después de irme el viento amainó un poco, aunque a eso de las 20h. volvió a ganar en virulencia. Ahora todavía percibo alguna ráfaga...