Buenas tardes amigo,
Yo personalmente, he estado inmerso en tres de ellos, uno por las circunstancias y dos por voluntad propia y realmente en todo ellos las sensaciones fueron totamente diferentes por las razones que ya algunos te han comentado..., y es que fundamentalmente depende de la estructura del propio huracán y del lugar donde te encuentres (me refiero a costa o interior). No obstante, de todos ellos recuerdo que el que más me impactó fue Jeanne durante una estancia en la República Dominicana similar a la que ahora emprendo en unas horas..., y quizás no precisamente por el propio huracán ya que me cogió en el interior de la isla, sino por la propia orografía donde me encontraba y por supuesto por la extrema endeblez de las construcciones existentes. No en vano, el tejado de la vivienda salío literalmente volando al primer paso..., mientras que cuando el ojo del hucarán se centró en donde me encontraba, realmente observé curiosidades que lo mismo por el nerviosismo de la propia vivencia a veces pueden pasar desapercibidos.
Quizás lo que más note, fue un descenso considerable de la humedad que ya por lo general existe en la isla; es como si la sensación de mayor temperatura y la absorción de esta humedad ambiental se estuviera desencadenando, como si las barreras que delimitaban el ojo estuvieran alimentandose del ambiente. Es decir, lo que dos horas antes era poco menos que irrespirable..., paso a tornarse en una calma total en todos los sentidos, ya no solo a nivel del propio viento que naturalmente es lo más notable, sino que los demás parámetros variaron bruscamente hasta encontrar una estabilidad total.
Ni que decir tiene que posteriormente arreciaron los vientos y lo que en principio eran de componente E, pasaron a componente O (algo que muchas personas del lugar desconocían totalmente) y que resultaba curioso que las zonas que en su primer paso se habían descompuesto, se esforzaban por reforzarlas cuando en realidad no era demasiado necesario por razones evidentes. No obstante y dado que como decía anteriormente me cogió tierra adentro, el segundo paso ya fue muy mucho más sostenible dado que al cabo de poco más de 6 ó 7 horas ya se había debilitado considerablemente y aumetado la presión interior así como disminuido la velocidad de giro.
De todas formas, lo que realmente te marca, no es haber estado varias veces dentro del ojo de un huracán, sino realmente las vivencias que te deja el primero de ellos. Yo personalmente lo comparo a cuando te lanzas por una montaña rusa (la primera vez la observas, sabes lo que puede ocurrir, pero todavía no notaste las sensaciones). Posteriormente podrás lanzarte hasta 20 veces, pero ya no será lo mismo (al menos en mi caso), y eso teniendo en cuenta que cada huracán es un mundo totalmente diferente, pero vaya que hay consideraciones comunes a todos ellos que siendo consciente de ellas y además habiendolas vivido in-situ ya normalmente no vuelven a ser lo mismo (supongo que debido al factor psicológico que todo ello lleva aparejado). Eso si, la carga de adrenalina siempre existe y quizás lo que al principio te crea hasta miedo, luego ya pasa a ser ansiedad más bien.
Y bueno, pues a ver si hay suerte y durante estos casi 2 meses que estaré por aquellas tierras, puedo asistir en vivo a algún otro fenomeno de este tipo, ya que el año pasado estando en los Haitises me enganchó solamente y de refilón Chris a primeros de agosto y salvo fuertes aguaceros y la subida de las aguas en la costa apenas supuso más..., vaya que me quedé con las ganas la verdad.
Pues lo dicho, un saludo amigos y ya la proxima vez que escriba lo haré desde tierras caribeñas y a ver si como decía, con un poco de suerte, puedo informaron en vivo de algun que otro ciclón.