Yo siempre he opinado que el potencial destructivo de las tormentas tropicales altamente convectivas, como será el caso en breve, es mucho mayor que el de un huracán de categoría uno, o incluso mayores, aunque con matices, dependiendo del tamaño del huracán. Y es que estas tormentas tropicales tan convectivas tienen una eficiencia enorme a la hora de producir precipitaciones, precisamente por la enorme cantidad convectiva (y encima, convección profunda) que llevan asociadas. Así que, amigos cubanos, a prestarle mucha atención, porque su poder radica precisamente en su capacidad para generar precipitaciones y, por ello, inundaciones repentinas... Mucho cuidado!