De modo que el polvo estimula la formación de huracanes, ¿verdad? Lapenta no está preparado todavía para arribar a esta conclusión. "Es un problema muy complicado", explica. "El polvo es uno de los factores importantes para la formación de huracanes, pero también hay muchos otros". Tanto los vientos atmosféricos como la humedad y la temperatura de la superficie del mar desempeñan una función. El efecto del polvo puede "depender de la situación", es decir, que depende de lo que esté sucediendo en el resto de la atmósfera en el momento en el cual el polvo entra en acción. "Todavía estamos analizando nuestros datos para poder obtener un panorama completo", dice.
Mientras el avión siga aterrizando, el estudio continuará. NAMMA es una misión de tres años. El primer año será dedicado a la investigación de campo, y los dos años siguientes se destinarán al análisis de datos. Manténgase en contacto con Ciencia@NASA para informarse sobre las últimas novedades relacionadas con este proyecto.
Extracto de la entrevista.