Para ver como se presenta la temporada de huracanes en el Atlántico, en teoría se tiene que dirigir la mirada al Pacifico Central, pues según la fase ENSO que tengamos, NIÑO – NIÑA afectarán a las temperaturas de ambas cuencas oceánicas (Pacifica – Atlántica), ya que estos fenómenos también cambian la circulación atmosférica a gran escala de manera que repercute en el Atlántico también.
Con NIÑO las masas de aire en el Atlántico occidental experimenta un mayor hundimiento general, que suprime el desarrollo de las nubes, además el NIÑO también aumenta los vientos en los niveles superiores e incrementa la profunda capa de cizalladura vertical de viento, que tanto actúan para prevenir o debilitar tormentas.
Con NIÑA, se reduce el hundimiento a gran escala y los vientos superiores tienden a ser más débiles, por lo que las condiciones son más favorables para el desarrollo de conglomerados tormentosos en el Atlántico Central.
Las condiciones que favorecen la formación de huracanes es un mínimo de cortante vertical de viento horizontal entre la baja y la alta troposfera, y que la temperatura del mar esté por encima de los 26º C, en una capa de 60 mts de profundidad.
Aquí vemos que las aguas atlánticas no están calientes, en el trampolín de Cabo Verde, la surgencia de la corriente fría de Benguela, inhibe a la batería de energía que necesita un huracán para formarse.
Además la NAO tendría que estar en fase positiva , (ahora en signo negativo ) para ayudar generarse estos ciclones en la región de Cabo Verde, y el agua en esa zona debería estar caliente , y de momento este mes de julio hemos tenido surgencia de la corriente de Benguela , lo que hace que se instale un fuerte anticiclón sobre el sur de Cabo Verde con fuertes vientos alisios y aguas muy frías .
En este enlace se muestran las grandes cantidades de polvo sahariano que se van arrastrando hacia el Atlántico Central, pueden ir desinhibiendo la formación de estos monstruos sobre el Atlántico.
https://dust.aemet.es/A todo esto , la QBO la oscilación cuasibienal , está en fase OESTE , favorece la formación de huracanes en el Atlántico y tifones en el Pacífico NW , ya que durante esta fase disminuye la cizalladura vertical del viento en la alta troposfera y en la estratosfera inferior disminuye.
Pero cuando se juntan QBO W y NIÑO , ( aunque esté debilitándose ) , la mezcla de QBO en fase Oeste y NIÑO no favorecen en absoluto la actividad ciclónica en el Atlántico, pues las diferencias de presión entre ambas cuencas oceánicas , hace que aumente la cortante vertical sobre la zona Atlántica , ya que simultáneamente a la aparición de estos vientos del Oeste en la troposfera superior , se tiende a desarrollar una fase del Este en la estratosfera baja y media , y sinópticamente el viento en niveles bajos es del Este sobre el Atlántico Central .
Todo ello, nos da una pista de porque la actividad de huracanes haya sido casi nula.