El tifón "Xangsane", llamado "Milenyo" en Filipinas, arrasó este jueves parte del norte del país, incluida la capital Manila, con sus fuertes lluvias y vientos huracanados que causaron al menos ocho muertos, medio centenar de heridos y numerosos destrozos. La alcaldía de Manila y la gobernación de Albay han declarado el estado de calamidad.
Manila sufrió la embestida de "Xangsane", el primer tifón que pasa por la ciudad desde 1995, al filo del mediodía (04:00 GMT), paralizando numerosos servicios, el tráfico y hasta el aeropuerto internacional, donde se cancelaron todos los vuelos.
En el distrito financiero de Manila, Makati, una persona murió y varias resultaron heridas cuando un gran panel publicitario cayó sobre tres vehículos y un autobús y aplastó a sus ocupantes, y en el barrio de San Juan una filipina perdió la vida cuando se le derrumbó encima un muro.
Otras tres personas murieron en la provincia de Antique, una sexta en la provincia de Quezón, y las dos últimas, una mujer de 77 años y un hombre de 42 años, en la provincia de Albay.
Medio centenar de personas resultaron heridas en la provincia de Laguna al derrumbarse tres edificios de un parque industrial, según la policía.
Los datos de víctimas y destrozos se van conociendo poco a poco debido a los cortes de comunicaciones y de las carreteras causados por el tifón, que además ha dejado a la isla de Luzón a oscuras, lo que afecta a unos 40 millones de personas.
El ministro filipino de Comercio, Peter Favila, no supo decir cuándo se restablecería el servicio eléctrico, pero la compañía Meralco, la primera del país en cuanto al numero de usuarios, contestaba a sus clientes en Manila que en "unos dos días".
Favila también indicó que "es muy pronto para decir si la tormenta ha tenido un impacto en el crecimiento económico, pero se puede decir que es el peor tifón en veinte años en visitar el país".
El cálculo preliminar del daño a la agricultura asciende a 65 millones de pesos (1.02 millones de euros o 1.29 millones de dólares).
En la capital, cientos de árboles fueron derribados por la fuerza del viento y la lluvia, que dio lugar a inundaciones en diferentes partes de la ciudad, así como cortes de electricidad en amplias zonas.
La embestida también tiró paneles publicitarios, cabinas de pago de algunos aparcamientos y volcó automóviles, motos y hasta algunos grandes camiones, y en los rascacielos del distrito financiero quedaron destrozadas numerosas ventanas, en una ciudad donde hoy no abrieron las oficinas gubernamentales y los colegios.
En el distrito de Mandaluyong, el viento arrancó la techumbre de un gran centro comercial bajo la que numerosas personas se habían refugiado de la lluvia cuando la dirección del centro decidió cerrarlo, y lo mismo ocurrió en otro establecimiento en el barrio de Fort Bonifacio.
Varias embajadas, entre ellas la española, cerraron sus puertas a media mañana a medida que empeoraba la situación. El aeropuerto internacional de Manila quedó hoy cerrado y todos los vuelos cancelados, después de que las compañías locales Cebu Pacific y Asian Spirit hicieran lo propio con los vuelos internos en Filipinas.
El transporte marítimo entre islas fue suspendido y al menos 4 mil pasajeros en tres regiones de la isla de Luzón quedaron atrapados sin poder viajar.
El tifón tocó tierra el miércoles con vientos sostenidos de 120 kilómetros por hora y ráfagas de hasta 150 kilómetros por hora proveniente del Pacífico, según la Administración de Servicios Atmosférico, Geológico y Astronómico de Filipinas (Pagasa).
Sin embargo, y a pesar de los destrozos causados, el ciclón pasó por Manila ya algo más debilitado, con vientos máximos de 110 kilómetros por hora después de haber atravesado la provincia de Quezón.
Según las previsiones meteorológicas, "Xangsane" (nombre tomado de la palabra laosiana para elefante), pasará por la provincia de Bataan, al oeste de la bahía de Manila, el jueves por la noche, antes de abandonar el país hacia el Mar del Sur de China.
Las autoridades han decretado que los colegios y las oficinas gubernamentales en la capital permanezcan cerradas mañana.
Este es el décimo tifón de la actual temporada de lluvias, entre junio y noviembre, que pasa por Filipinas -aunque el primero por Manila- de un total de unos quince o veinte anuales.
El último ciclón que sufrió la capital filipina fue el "Angela" en noviembre de 1995, y causó un millar de muertos en las provincias del centro del país. El tifón más devastador de las últimas décadas en Filipinas ha sido el "Thelma", que mató a 5.100 personas en noviembre de 1991.