Hola de nuevo,
Pues sí, me perdí el tifón pero no me perdí el Fuji.
Una experiencia inolvidable, en todos los sentidos. Sabía que iba a ser difícil, pero la verdad es que no tanto. Fue muy duro, subiendo por las rocas de noche, casi a oscuras y con un frío considerable, y además, rodeada de cientos de personai. Aquello parecía una romería nocturna. Eso sí, el amanecer mereció la pena. No sé si he insertado bien la foto. Espero que se vea.
Saludos a todos desde Nagoya