Que desgracia para toda esa gente de Madeira a la que aún no le ha dado tiempo a limpiar sus casas, y lo peor, a limpiar aguas arriba esos barrancos que han quedado llenos de material en sus cauces, y que puede que vuelvan a correr arrastrando de nuevo consigo tanta desolación...

Una verdadera pena. Espero que esta vez, al menos sea sólo viento (aunque mucho), y menos agua la que sufran. El viento hará daño en "otras" infraestructuras, con lo que será más repartido el daño. Problemas para agricultura, electricidad, bosques y costas por efecto de la fuerza del mar.
De verdad que eso espero, por el bien de toda esa gente, que esta vez sea más el viento que el agua.