Sin juzgar la oportunidad o no de ser convocados a votar al Congreso y Senado en plena canícula, a ver qué tiempo tendremos.
Nada de política... que cada persona vote lo que quiera o que no vote, es su derecho y libertad.
Abro este seguimiento para ver si la jornada electoral en España se corresponde con lo normal: un día de playa, o además puede ser una jornada especialmente calurosa como suele pasar en esa etapa de canícula.
Por Santiago (25 de julio), que era el cumple de mi padre, recuerdo que normalmente era un día muy caluroso o incluso con un terralazo de los que quitan las ganas de verano.
Con todas las reservas, dada la distancia temporal, en principio no observo que ese día vaya a suceder nada excepcional en lo meteorológico: un típico día de verano, cálido, especialmente en la mitad sur, con posibilidad de tormentas vespertinas en el tercio oriental.