Buenas tardes,
Pues desde luego más positivo de lo inicialmente previsto (especialmente por los más pesimistas) este balance final de las precipitaciones acumuladas en noviembre en amplias zonas de Andalucía Oriental. En el caso de Granada, como ya se ha comentado, el flujo del N-NW incide de forma favorable. Pero es que, además, el frente de esta noche ha logrado remontar y afectar también a otras vertientes. Una nueva regada ligera, pero regada al fin y al cabo, que se suma además a las anteriores tandas de chubascos del fin de semana pasado y jornadas anteriores. Por tanto, paso a paso, tenemos un noviembre con un cómputo general razonable.
Además, la nieve. El pasado fin de semana la nevada fue extensa en casi todo el norte provincial. Afectó a localidades y, por supuesto, a todos los relieves. Sigo pensando -a las pruebas me remito- que el olvido del sector sureste peninsular en los medios e incluso en las previsiones respecto a las situaciones del N-NW es clamoroso. Se traslada la idea de que el sureste queda de espaldas a estas situaciones cuando, muy al contrario, lo que normalmente sucede es que los frentes no solo llegan vivos, sino que se reactivan en esta suerte de "fortificación" montañosa que es esta región natural interior. Asignatura pendiente darle la importancia que requiere, sobre todo porque aquí vive y se desplaza mucha gente (y por poca que fuera, merece la misma atención). Durante la noche la nieve ha cubierto también la cara sur de Sierra Nevada (a cotas, como es lógico, más elevadas que en la cara norte).
Para completar esta secuencia de nortes que nos afectan, insistentes, desde hace tiempo: el viento. Auténtico vendaval el que azota, de forma recurrente, al litoral granadino (como mínimo), con rachas fuertes y sensación notablemente fría. Ambiente térmico plenamente invernal, sin paliativos, en toda la provincia.
Con todo, tenemos una porción notable del otoño que puede considerarse fría y con un claro predominio del viento del norte. Efectivamente sería deseable la irrupción en el panorama de una contundente situación del oeste o suroeste, húmeda para la mayoría de vertientes (aunque no tanto para las que miran al levante). Pero, mientras, este frecuente paso de lluvias y nieves por los relieves béticos es buena noticia.
Con aportes húmedos en forma de lluvia y nieve que, si las exigencias hídricas de la población no fueran tan excesivas, se dejarían notar en los reservorios.
Atentos al puente y a su incertidumbre, con probables escenarios de borrascas en el horizonte...
Saludos!