Cuando la primavera ha entrado por la puerta grande y con temperaturas que han roto efemérides en muchos sitios, los aficionados y predictores profesionales siempre tenemos la mosca detrás de la oreja y sabemos, e incluso podemos apostarnos algo, a que la duración de dicha entrada por la puerta grande está en relación inversa a la altura que alcanzan los termómetros será flor de unos cuantos días nada más...y más que una "meteocompensación", que también algo de esto hay, es el final lógico y natural de un episodio prematuro donde no hay todavía situaciones maduras y asentadas aunque los análisis en corto plazo parezcan indicar lo contrario. En marzo el Chorro todavía tiene suficiente vigor como para hacer audaces incursiones al sur y aunque el desplazamiento o remodelación de una masa de aire cálido no se produzca ipso facto, sí se produce por pequeñas etapas y en pequeños pasos suficientes para que dentro de un plazo tan breve como 48/72 horas la situación sinóptica primitiva no se parezca en nada a la nueva. Otro síntoma de que la primavera ha llegado es el nuevo protagonismo que cobra el análisis y la predicción de las distintas vicisitudes a niveles medios y altos. Siempre me producirá asombro como cualquier pequeña ondulación del Chorro o pequeña perturbación, que muchas veces pasan desapercibidas o no se les da la importancia y el peso que merecen, pueden romper una situación que,a priori, se mostraba con visos de solidez:

Es a sólo 24 horas vista cuando comienza el espectáculo sinóptico. En efecto, puede observarse en los mapas de la dispersiones absolutas y relativas de los análisis previstos por el modelo del Centro Europeo y en el nivel de los 500 hPa como se dibuja una pequeña ondulación unas cuantas millas al oeste de las costas gallegas. Incluso a sólo 24 horas vista hay una pequeña dispersión acerca de la longitud y amplitud de la pequeña onda que, en superficie, se correponda con una onda frontal al noroeste peninsular:

Este es el primer paso de una serie de ellos que romperán la situación establecida y también el primero en hacer mella en el borde septentrional de la dorsal. Una vez erosionado dicho flanco, la penetración de aire frío en niveles medios y altos resulta mucho más fácil:

Ya en el análisis previsto a 48 horas puede verse otra vaguada cuyo vértice se situaría un poco al noroeste de Galicia con cierto "spread" tanto en longitud como en amplitud. Será esta última onda la que terminará estrangulando una dana que, al cabo de 72 horas, situará su núcleo más o menos en la vertical del valle del Ebro:

Puede observarse también como se da incertidumbre con la localización de un máximo de viento al oeste peninsular que determinará, en última instancia, la localización final del núcleo de la dana y también de la extensión final de este núcleo. De forma simultánea a todo esto, se va produciendo una basculación de la dorsal en dirección al nordeste donde, previamente, se da una cierta ondulación anticiclónica que abarca gran parte de Gran Bretaña, el nordeste de Francia y los Países Bajos. Dicha ondulación favorece la interacción con ella de la dorsal de manera que a 96 horas vista puede decirse que su eje se ha colocado ya de forma casi horizontal:

La posición del eje de la dorsal, recordemos que casi "tumbado", permite que ,corriente abajo", la onda donde se encuentra inmersa la baja gane en amplitud y longitud. A nivel hemisférico se han configurado dos ondas de gran longitud:

Una puede verse abarcando toda nuestra Península y otra sobre la península de Anatolia y ambas con sendas bajas embebidas. Se sabe por los trabajos de Rossby que cuando las ondas tienden a ser largas su velocidad de propagación puede reducirse a 0 por lo que la onda se hace estacionaria o puede también su velocidad hacerse negativa por lo que tenderá a "retroceder"...y estas ondas no deben verse nada más que sobre el papel. Son ondas "reales", perturbaciones en el medio fluido que es la atmósfera, que tenderán a propagarse. Las configuraciones finales de las ondas estacionarias o retrógradas dependen de la distribución de los campos de viento a niveles altos y medios que son los que realmente la configuran. Cuando se produce un desacople de los campos del geopotencial y del viento en una onda estacionaria, esta tenderá a retroceder, a retrogradarse...esto ocurre en niveles altos y medios. En niveles bajos, la condición necesaria y suficiente para que una baja pueda propagarse hacia abajo es que la vorticidad sea suficiente. Claro es una cosa: las velocidades del viento puestas en juego a niveles medios y altos nunca serán tan intensas como en una onda de propagación directa( de oeste a este) y como la vorticidad es función de los gradientes transversales de viento y de la velocidad propiamente dicha del viento junto a los radios de las curvaturas de las isohipsas, también la vorticidad será menor en estas ondas retrógradas de manera que suelen dar bajas en superficie configuradas perfectamente pero poco marcadas y potentes:

De cualquier forma, son suficientes para organizar un buen flujo marítimo en superficie de componente este. En el mapa de la derecha puede observarse dispersión tanto con la ubicación del núcleo de la baja como con su profundidad final. Dicha dispersión también afecta a la isobara de cota 1020 hPa cuya única repercusión teórica sería variar un poco la dirección del flujo en superficie pero respetando la componente este.
Sería interesante comprobar si se da un "río mediterráneo" de humedad pero el caso es que la predicción del GFS puede diferir aún de la del IFS pero aún así, esto es lo que se ve a día de hoy:

Creo que estamos a las puertas de otro "episodio mediterráneo" aunque mi impresión es que debido a las horas, todavía los productos probabilísticos no pueden estar al 100% de su capacidad. Saludos.