Es que aquellos dos meses o sobre todo, los del trienio 95-97 que fueron aún más bestias, eran otra cosa. Lluvias generales, en todas las regiones, continuamente y mucho tiempo. Y estas precipitaciones, son abundantes, en unos lugares en otros no y tampoco tienen esa frecuencia ni tienen aquel frío que dejó nevadas copiosas.
Pero bueno, el invierno está entero por delante, de momento tampoco se ve un anticiclón robusto, parece que los mapas lo han vuelto a alejar y en los estacionales hay atisbo de que la inestabilidad puede crecer de nuevo más adelante. A esperar acontecimientos, lo mismo todo ha hecho nada más que empezar.