Corría el año 1940, y en plena II Guerra Mundial, cuando el físico de origen sueco pero nacionalizado norteamericano,Carl Gustaf Rossby, presentó un gran modelo para explicar los movimientos del aire en la alta atmósfera basado en un patrón de ondas largas que recibieron de forma posterior el nombre de ondas de Rossby. Dichas ondas nos son familiares si observamos un mapa hemisférico y se identifican con lo que, de forma común, llamamos ondas planetarias. Dichas ondas planetarias pueden ser dorsales o vaguadas y cumplen la función de llevar aire frío a latitudes más bajas y aire caliente a latitudes más altas contribuyendo con ello a mantener el balance térmico del sistema tierra-oceáno-atmósfera. Una vez que dicho modelo estuvo establecido, el siguiente paso fue simularlo en un ordenador: había nacido el primer modelo de predicción numérica. Esto ocurrió por el año 1949 y era un modelo muy simple, basado en la barotropía y que podía anticipar el movimiento de estas ondas, y por tanto también la predicción en un plazo de 12-24 horas como mucho. De todo lo relacionado con esto me gustaría rescatar una fórmula simple que muchos textos de Meteorología recogen y que ayuda a entender el por qué de determinadas situaciones sinópticas y sus dificultades añadidas de predicción. La fórmula en cuestión es la siguiente: C=V-β(L/2*π)^2. Donde C es la velocidad de propagación de la onda; V es la velocidad del viento( se suele considerar para un conjunto de paralelos geográficos ) y β es el parámetro de Coriolis( esto es, el producto de dos por la velocidad angular de la Tierra por el seno de la latitud). De la fórmula se deduce inmediatamente que la velocidad de propagación hacia el este de una onda es directamente proporcional a la velocidad de los vientos en niveles medios e inversamente proporcional al cuadrado de su longitud. Dicho de otra forma, cuanto mayores son los vientos a niveles medios , mayor será la velocidad de propagación de la onda y cuanto mayor sea su longitud( aquí la longitud se mide en grados de paralelo geográfico), menor será su velocidad de propagación. Superada una longitud crítica de onda, la C puede hacerse nula( caso de las ondas estacionarias) o hacerse negativa( caso de las ondas retrógradas). También puede decirse que los máximos de viento presentes en el Chorro Polar moldean estas ondas largas, reconfigurándolas y haciéndolas ora más largas, ora más cortas. Esto que he dicho puede verse mejor en un análisis hemisférico de partida del modelo del Centro Europeo:
De todas las ondas presentes en el hemisferio norte, nos interesan dos especialmente: la dorsal que tenemos en el Atlántico y la vaguada que engloba Europa central y oriental. Una visión más pormenorizada de dichas ondas nos la da el análisis de partida del mismo modelo para la zona de Europa:
En dicha imagen puede contemplarse como tenemos una dorsal al oeste peninsular con cota de 582 decámetros dinámicos con clara componente norte en el flujo a niveles medios sobre nuestra península y, alojada en la vaguada, una baja muy bien configurada cuyo núcleo se situaría entre el mar Adriático y la península Balcánica. Al norte de esta misma vaguada podemos encontrar una más corta y de mucha menor amplitud cuyo vértice se ubicaría al este de Jutlandia(Dinamarca). En las próximas jornadas asistiremos a dos reconfiguraciones claras: por un lado se reconfigurará la dorsal atlántica, situada al oeste peninsular, y la vaguada en Europa central y oriental. Ya a 24 horas vista,la dorsal se amortiguará, a la vez que se configurará una nueva vaguada por el oeste de Irlanda( su vértice lo podemos encontrar, de forma aproximada, en los 50ºN y en los 32ºW):
A 48 horas, el eje de la dorsal toma una dirección sudeste-noroeste:
Mientras la vaguada, antes mencionada,se habrá profundizado y su vértice se encontrará sobre el mar Cantábrico. Un máximo de viento asociada a ella presenta cierta incertidumbre. Este análisis previsto a niveles medios,se corresponde con este otro a nivel de superficie:
Puede verse como un frente frío, activo sólo en el norte peninsular, y con clara componente norte,ha entrado por el Cantábrico mientras el núcleo de un anticiclón dinámico generado sobre Terranova ocupa su lugar sobre el norte del archipiélago de las Azores. Tras el paso del frente, role claro de los vientos a componente norte y acusado descenso térmico. Puede decirse que de cara al próximo fin de semana tendremos la primera entrada fría: una entrada de aire polar marítimo como puede comprobarse mirando análisis previstos a 48 horas vista:
Es muy probable que tras esta primera entrada, la iso 0ºC se adueñe de gran parte de la península y queda la incertidumbre, poca por lo demás, si la -4ºC entrará por el Cantábrico para adueñarse de parte del cuadrante nordeste peninsular:
Ya a 72 horas y con el frente frío que habrá pasado sobre nuestra vertical,la vaguada no sólo se profundiza en el Mediterráneo, si no que también se ensancha, esto es, aumenta su longitud:
Puede observarse también como hay un "conato" de cierre de una baja a niveles altos y cerrándose una baja en superficie sobre los Balcanes:
En la Península continúa el flujo de componente norte en superficie que puede dejar importantes cantidades de nieve en Pirineos y Cordillera Cantábrica aunque el dominio de las altas presiones sea indiscutible.
A 96 horas vista, la vaguada sigue ensanchándose y, como ya hemos indicado más arriba, parece alcanzar la longitud crítica como para hacerse estacionaria:
Puede observarse en ella un "spread" asociado a dos máximos de viento en sus flancos. Dicho "spread" puede asociarse a una incertidumbre sobre lo "abierto" que estará el "flanco" occidental de dicha vaguada y como ya hemos subrayado, son estos máximos de viento en última instancia los que configurarán las distintas ondas. De ahí la incertidumbre porque dichos máximos de viento no suelen estar bien modelizados a tantas horas...cualquiera se detendría aquí analizando y no se aventuraría a ir más allá pero, en esencia, el problema predictivo a día de hoy es si habrá o no retrogresión de esta onda "mediterránea". El modelo del Centro Europeo lo tiene bastante claro y pronostica que sí. No sólo eso, si no que, además, la onda mediterránea terminará cerrándose formando una baja pero todo está supeditado a la evolución de la dorsal, a ver si su eje terminará tumbándose:
Pero a estos plazos la incertidumbre es ya inasumible y habrá que esperar a siguientes salidas para ver cómo termina configurándose todo. Hay que decir también, que el previsible aislamiento de una baja en el seno de la vaguada mediterránea podría traer una nueva entrada fría, esta vez de tipo polar continental:
A niveles predictivos todo se reduce a cómo se terminará configurando la "onda mediterránea" y esto, con salidas en mano, dista aún de estar completamente claro. Interesante también será comprobar si la iso-12ºC entrará o no por el norte:
No dejemos cerradas las probabilidades a todas estas cosas. Saludos.