Si hay un adjetivo para calificar el cambio de patrón meteorológico en ciernes es "fulminante". En efecto, hasta hace escasos días todo el mundo presuponía que tendríamos anticiclonazo para rato y muchos ya daban por perdido lo poco que queda del año en curso en cuanto a precipitaciones se refiere. Total, no es la primera, ni será la última vez, en que un anticiclón potente en superficie y en altura se sitúa en nuestras inmediaciones y nos regala esos días prenavideños, o navideños, tan pródigos en heladas, nieblas, situaciones de inversión térmica y contaminación. Todo esto forma un poco parte del "colorido nacional" en cuanto a climatología invernal se refiere. Luego los modelos de predicción numéricas empezaron a intuir cambios y estos ya pueden darse prácticamente por seguros. Estos cambios presentarán varias fases: una primera será el acoso y derribo de la imponente dorsal en altura para dar paso a una situación de embolsamiento de aire frío o dana y la tercera, y última, un descenso en bloque del Chorro Polar con una situación de circulación zonal media. Aún es pronto para saber cómo evolucionará finalmente ésta: si se recompondrá de nuevo la dorsal por el sur o si el tránsito lento de vaguadas planetarias asociadas a frentes fríos muy bien configurados y potentes dará lugar a un episodio más "mediterráneo" con la génesis de bajas en superficie en el norte de África( esto es al menos lo que el modelo del Centro Europeo ve a día de hoy en su salida determinista). Vayamos desgranando estos cambios:
Dentro de unas 72 horas, el anticiclón al oeste peninsular habrá alcanzado su apogeo:

Puede observarse como la isobara de cota 1040 hPa se interna un poco en el interior de la cornisa cantábrica. La posición parece ideal para permanecer días y días semiestático pero el caso es que a niveles altos comienza la erosión de la dorsal:

Al suroeste de Irlanda puede observarse como se han formado varias ondas cortas. En su tránsito normal de oeste a este, dichas ondas menores tenderán a amplificarse y así su situación a 96 horas es la que sigue:

En la misma vertical peninsular las isohipsas se curvan de forma ciclónica: un paso más y se habrá formado una dana en toda regla. Dichas ondas hasta parecen tener cierta componente retrógrada y se ve su conexión más o menos sincronizada con un máximo de viento asociado al Chorro Polar y a una vaguada planetaria presente en la vertical de Alemania. Seis horas más tarde y siguiendo al modelo del Centro Europeo, tendremos ya la dana formada sobre la misma Península, dana que, por cierto y siempre siguiendo al modelo, se trasladaría de forma igualmente retrógada hasta situarse al oeste:

A esto me refería cuando quería decir "fulminante": no tanto por el acoso y derribo de la dorsal, que llevará su tiempo aunque no demasiado, si no por la aparición de unas onditas que podrían pasar desapercibidas, de su amplificación y trayectorias retrógradas y de su posterior deriva hacia una dana completamente formada. A 120 horas sorprende la relativa poca incertidumbre en que todo este proceso derive en una dana: no demasiado potente pero sí bien configurada:

Hacer notar también que la dana formada es completamente inoperante a la hora de producir precipitaciones: formada en el flanco oriental de un potente anticiclón y con apenas reflejo a 500 hPa, está claro que de 700 hPa hacia abajo lo que predomina es la subsidencia de aire y ello explicaría la carencia de precipitaciones y la poca humedad asociada a dicha dana. De todas formas, la única función de esa perturbación a niveles altos será interactuar con una gran vaguada que viene de camino y que en el mapa anterior se situaría al sur de Groenlandia. A 144 horas vista, dicha interacción parece ya producirse:

Hacer notar también la fuerte incertidumbre asociada al "valle" de esta onda y su consiguiente máximo de viento. Esto ya supone la visita de un activo frente frío en toda regla. A nivel de superficie puede denotarse la presencia de este frente asociado a una lejana baja sobre el sur de Islandia:

Sorprende de estos sistemas depresionarios su gran extensión y como, a pesar de la NAO+, podrían dejar abundante precipitación en distintos ámbitos peninsulares. Y hasta aquí se puede seguir siendo estrictamente ortodoxos con las probabilidades. Lo que pase después( retorno de la dorsal, formación de bajas en el Mediterráneo o norte de África) supone un misterio pero el patrón cambiará: ondas cortas embebidas en sincronía con un máximo de viento, produndización de estas ondas, formación de una dana no demasiado potente e interacción de esta con una vaguada planetaria. Todo un efecto dominó donde si cae una pieza, caen todas. Saludos.