Buenas noches,
Tremendo lo de esta tarde-noche en Granada. El temporal asociado a la borrasca Bernard se ha ido de madre y conforme avanzaba la tarde las rachas de viento se han disparado hasta superar los 100 km/h en el entorno de la propia capital. Se han alcanzado los 90 km/h en zonas altas del propio casco urbano y entre 60 y 80 de manera muy generalizada. Afectando además a amplias zonas de la provincia al mismo tiempo.
Las intensas ráfagas han tronchado decenas de árboles en la capital y su área metropolitana y una quincena de coches han sufrido daños. Ha caído también mobiliario urbano y enseres de viviendas, así como partes de fachadas y tejados en algunos puntos. Ha habido decenas de incidencias.
He tenido que hacer el viaje de Granada a Salobreña justo cuando aun el vendaval estaba en su apogeo y el viaje ha sido complicado. Con fuertes envites del viento y lluvia a veces copiosa. Por cierto, con notables vaivenes térmicos desde los 12-13 ºC a los que bajaba la temperatura en algunos tramos interiores hasta los 22-23 ºC en los sotaventos cercanos al litoral. Toda una clase de geografía y clima en el siempre representativo tramo orográfico de la capital al litoral.
La borrasca Bernard, que muy probablemente ha llegado con sus características subtropicales bastante intactas, ha generado un temporal que, a tenor por lo vivido y en función de lo que estoy viendo en el resto de provincias sobre todo en las zonas occidentales y centrales de la región, puede calificarse a mi parecer de histórico sin miedo a exagerar en absoluto. Las imágenes de los extensos daños causado en Huelva capital recuerdan a cualquier paso de huracán y los vídeos que me han enviado desde localidades del centro de la región son impresionantes, con graves y amplios daños materiales. Cuesta creer que no haya habido víctimas, aunque sí hay heridos (por ejemplo, 2 turistas en el bosque de La Alambra de Granada, que ha tenido que ser desalojada).
Puede que, de alguna manera, hayamos subestimado esta depresión dominical (del mismo modo que viene subestimándose casi todo lo relativo al tiempo inestable en los últimos tiempos de manera para mi incomprensible). Yo mismo tengo incluso que retractarme un poco porque no he sabido ver el alcance que iba a tener la pequeña pero matona baja de hoy. Y, por supuesto, la activación de los avisos ha resultado lenta: el aviso naranja en casi toda Andalucía debería haberse activado de forma mucho más generalizada y rápida. Con mayor antelación, por favor. Y también el rojo en algunas comarcas. Porque, si no se superaban los umbrales (que sospecho que sí), el impacto en la población un domingo por la tarde, con las carreteras llenas en algunos casos (doy fe) exigía mayor diligencia en el aviso contundente a la población. Ver esta tarde pasear a oriundos y foráneos por las calles granadinas mientras el vendaval lo azotaba todo y caían chapas y persianas de los balcones (verídico) ha sido surrealista. Milagro en domingo, al no haber resultado nadie herido grave.
Por lo demás, la depresión ha acumulado lluvia a cántaros en muchas zonas del oeste andaluz (más agua), pero es que además ha dejado, por ejemplo, más de 35 litros en la cabecera del Poqueira en La Alpujarra granadina y entre 10 y 20 litros en otras zonas de mi provincia, especialmente en las vertientes meridionales tal y como ya pronosticaban la mayoría de modelos.
En definitiva, tarde-noche para el recuerdo, una vez más. Salvando las distancias (del tiempo y de sus consecuencias) el temporal me ha recordado mucho al acaecido el 5 de noviembre de 1997 (sí, hace 24 años) con la irrupción brutal también de una rápida y violenta depresión extratropical que desencadenó un vendaval nocturno general con amplios daños y, como efecto trágico, las impactantes inundaciones de Badajoz. Y hoy, por intensidades del viento, por intensidades horarias de las lluvias y por la propia mecánica, estructura y aspecto de la borrasca...el episodio ciertamente se ha asemejado.
La meteo y sus fenómenos, siempre vuelven.
Saludos