21 grados en el Rincón y despejado, y como si de una mala fiesta de pueblo se tratara, la traca final fue tan solo un trueno pasadas las dos de la mañana que hizo vibrar los cristales de la casa, buscando un símil y como si de Pedro y el lobo se tratara, no es la primera vez que la AEMET pinta un paisaje poco menos que “apocalíptico”… lo malo es que algún día el lobo vendrá, y nos llevaremos el susto pensando en es “otra más”…. por lo cual deberían de ser más precisos en sus predicciones.