Aún recuerdo la suspensión aquí en Madrid de la final de la Copa del Rey en junio del 95, que nos dejó unos 80 l/m2 en Cuatro Vientos (donde trabajo), el lago de la Casa de Campo desbordado, los coches flotando en la M-30 y lo peor, un muerto. Ese sí que fue un verano de actividad tormentosa, con la riada de Yebra de Basa (Guadalajara) que dejó 13 muertos, y podríamos seguir...