Las cabañuelas eran una forma que tenían los campesinos de predecir el tiempo que iba a hacer durante todo el año; esto consistía en observar las variaciones atmoféricas en determinados días del año, por las fases de la luna, el movimiento de las nubes, la dirección del viento, observando las mareas etc...
Esta tradición se va perdiendo desgraciadamente poco a poco con el paso de los años, no obstante, todavía hay gente hoy día que hace las cabañuelas. También están por otro lado los refranes y los dichos populares, que al igual que las cabañuelas, poca gente le da importancia; la verdad que es una pena que todo esto se vaya perdiendo poco a poco.
Conocer y controlar el tiempo ha sido desde antaño una de las fuentes de sabiduría popular más arraigadas. ¿Quien no ha oído hablar a los “viejos” de que va a llover porque se ve mejor tal isla o por la bruma en tal risco? Las “cabañuelas” pertenecen a ese grupo de creencias, más ligado a nuestro reciente aunque, a veces, olvidado pasado. Un pasado en el que no se vivía del turismo, un pasado en el cual nuestra supervivencia dependía de la agricultura, de la ganadería y de la pesca. Y que no habia ni saltelites ni tecnologias. Conocer cual iba a ser la climatología de un mes determinado era una ventaja crucial a la hora de planificar las cosechas, prever sequías, temporales,...
En estos tiempos de comodidades en los que vivimos, nos cuesta creer que estos niveles de predicción fueran posibles, y más teniendo en cuenta que ahora, nuestros “hombres del tiempo”, se equivocan augurando el tiempo que hará a dos días vista.
En mi opinion yo personalmente si creo y mucho en este tema de las cabañuelas.